
YERBA AMARGA
SU CAMPAÑA DE PISTAS
YERBA AMARGA, propiedad del Stud Charrúa del Dr. José Pedro Ramírez en sociedad con Alejandro Victorica, debutó el 4 de abril de 1897 en el Clásico Primer Paso sobre 1.000 metros derrotando a 11 rivales en 1:2.1/5.
Dos semanas más tarde (el 18 de abril de 1897) derrotó a 10 rivales en el Clásico Independencia sobre 1.200 metros en 1:14.2/5.
El 30 de mayo de 1897 hizo suyo el Clásico Lavalleja derrotando a 11 rivales en los 1.300 metros en un guarismo de 1:20 para la distancia.
Finalizó su campaña de 2 años obteniendo el Clásico Diana el 27 de junio de 1897 sobre una distancia de 1400 metros frente a 7 rivales en un tiempo de 1:26.2/5.
El próximo desafío era confrontarse a los machos en los 1.900 metros del Clásico Jockey Club y aunque cotizada junto a Chaná como favoritos de la prueba Yerba Amarga llegó fuera del marcador probablemente a causa de una lesión pues demoraría hasta el 24 de abril de 1898 para volver a competir.
En una cancha pesada y con un tiempo de 1:54 el ganador fue Cacique aventajando a Guazunambí, 25 de Agosto, Ilusión y Chaná que le siguieron en ese orden.
Reprisó a fines de abril de 1898 consiguiendo un buen segundo puesto en el Clásico Velocidad con 6 rivales en la pista.
Consignaba el diario El Siglo en su edición del 16 de mayo de 1898 el resultado de las carreras disputadas el día anterior.
“Ver correr la vuelta debajo de 1:50. es algo a que no estábamos acostumbrados en Montevideo, y que acaba de producirse, proyectando gran prestigio sobre el animal que tal hazaña ha realizado y sobre la cabaña en que ha nacido.
Los honores de dicha proeza corresponden a Yerba Amarga, la hija de Exmoor y Nellie, nacida en la “Cabaña Melilla”, del señor Carlos Reyles – aquella potranca que de dos años, al principio de la anterior temporada, se perfilaba como uno de los mejores campeones de su generación y que después de la peligrosa carrera a que se la sometió en el Premio Velocidad, en el que hizo dead heat con Fatinitza, sufrió un eclipse en sus facultades, felizmente pasajero, porque ha vuelto a exhibirlas en toda su plenitud, causando la admiración de los aficionados.
Yerba Amarga
Formaron el campo en el clásico Premio Comparación: Yerba Amarga, montada por Pedro García, Olimar por Tomás Conde, Torcaz por J. Sarthou, Lebrel por F. Pérez, 25 de Agosto por R. Guadalupe y Guerrillita por M. Suárez. Era favorito el stud Gordon, seguido a la distancia por la pupila del Stud Charrúa.
Desde que se movieron, Yerba Amarga tomó el puesto de honor, corriendo en forma amplia, desenvuelta avasalladora, sin que la violencia del tren disminuyera, sin que aparentara fatigarse a medida que se extendía sobre la pista en alas de su soberbio galope.
Lebrel, que quiso perseguirla, no logró aproximarse ni un solo instante, y cuando 25 de Agosto y Torcaz hacían un esfuerzo supremo, la heroína de la lucha pisaba la raya, excediéndose, aclamada y aplaudida por el público.
Resultado Premio Comparación (clásico) – 2.000 metros
1º Yerba Amarga,
2º Lebrel,
3º 25 de Agosto
No placé: Torcaz, Olimar y Guerrillita
Sport $ 7.90, a placé $ 2.97, del 2º $ 2.69
Tiempo 1:50. en la vuelta.
Un mes más tarde participó del Clásico Diana sobre 1.400 metros frente a 4 rivales colocándose segunda y a mediados del mes de julio compitió frente a 8 rivales volviendo a repetir una segunda colocación en el Clásico Sarandí sobre 1.750 metros.
Fracasa el 31 de julio de 1898 en el Premio Imperio donde llega NP entre 5 rivales sobre 1.400 metros.
Pero vuelve al éxito el 28 de agosto de 1898 en el Premio Charrúa sobre 1.800 metros derrotando a cuatro rivales y repite esta victoria en el Premio Concordia también frente a cuatro rivales pero esta vez sobre 1.400 metros.
Su próxima incursión en las pistas fue el 13 de noviembre de 1898 donde en una distancia de 3.500 metros derrotó a 3 rivales en un tiempo de 3:54.1/2
“Esta carrera fue como lo presumíamos un fácil triunfo para Yerba Amarga que cazó la delantera al partir y se mantuvo ocupando ese puesto con suma facilidad hasta pasar el disco. Olimar en una buena atropellada final obtuvo el segundo puesto.
Resultado Premio de Honor (Clásico) – 3.500 metros
1º Yerba Amarga,
2º Olimar,
3º Spartacus,
4º Sorpres
Sport $ 2,98, a placé $ 2.29, del 2º $ 3,60
Tiempo: 3:54.1/2
LA INTERNACIONAL DE 1899
El Stud Charrúa anunció que no haría figurar su casaca en las fiestas internacionales de 1899 a causa del duelo de los propietarios con motivo de la muerte del doctor José María Muiños y que Yerba Amarga correría con los colores del Stud Girondino.
El Siglo en su edición del 6 de enero 1899 anunciaba que su candidato sería Eureka.
“No obstante ello Yerba Amarga, a juicio de “Frontín” es un animal de gran clase. Pero para pronosticarla en una prueba como la que examinamos no hay base.
Sabemos sí que la hija de Exmoor posee vertiginoso galope y pasmosa rapidez, con la que ha marcado récord en la vuelta de Maroñas, pero de lo que pueda ser arriba en distancias muertas, podría decirse parodiando a los médicos de “El Rey que Rabió”: la yegua será buena o no lo será.
Ha ganado, es cierto, el gran premio de Honor sobre 3.500 metros, pero lo hizo contra un lote mediocre, galopando al frente, y en tiempo nada notable, y por consiguiente no debe tomarse en cuenta esa prueba para vaticinar su triunfo en una distancia a que no llegan o por lo menos no dan la nota más brillante, los animales de su sexo.
Yerba Amarga puede sustraerse a la ley general. ¡Son tan buenos los hijos de Exmoor! – pero como lo decimos no hay base para augurarle una victoria, que si la obtiene seremos los primeros en aplaudir con entusiasmo, no sólo por las simpatías con que la hemos seguido en toda su campaña, sino porque con su triunfo vendría a corroborar la opinión que a su respecto emitimos en estas columnas cuando Yearling todavía, le señalamos una gloriosa carrera en el Turf.
Exmoor (Vestminster y Lorna Loone) – Padrillo de la Cabaña Reyles
Y con referencia a la carrera corrida ese día mencionaba: “en el codo, cuando la pupila del Stud Girondino parecía afirmar su victoria, tropezó, yéndosele entonces Eureka, que cargando con bríos cazó la punta, cortándose con luz. Repuesta la brava yegua, todavía tuvo energía para recuperar el terreno perdido, llegando a sucumbir a la paleta, cuando Eureka conquistaba la victoria y en el hipódromo se alzaba el clamoreo con que el público saludaba el triunfo de los campeones orientales. Montevideo entró 3º, 4º Onmium y 5º Filou en un tiempo de 3.20 3/5.”
Resultado Gran Premio Internacional – Distancia 3.000 metros
1º Eureka,
2º Yerba Amarga
3º Montevideo.
No placé: Offembach, Filou y Omnium.
Sport de Eureka $ 12.75 y 4.25, de Yerba Amarga $ 3.42
Tiempo: 3:20.3/5
“El próximo evento de carácter internacional tendría lugar el 9 de enero 1899 y obviamente después de la Gran Carrera Internacional, Yerba Amarga se imponía como principal candidato, pues no es creíble que en el estado en que se encuentra, note la diferencia de peso, y por nuestra parte no nos parece que Orizon, cuya presentación es dudosa y Don Pepe, de grandes ligerezas, es cierto, pero a nuestro juicio de escaso temple, y Atalaya, a pesar de sus progresos puedan acercarse a la brava hija de Exmoor y Nellie, que tan gran clase puso en evidencia en la gran jornada de anteayer, cuyo triunfo debió corresponderle de derecho.
La pista en buen estado y la distancia más corta parecían favorecer al corcel argentino, fuera de que Yerba Amarga iba con 3 kilos de recargo. Filou podría emplearse sin los contratiempos que encontrara en la pista barrienta. Se miraba su silueta, y se le temía, pero, con todo, la hija de Exmoor partió gran favorita, seguida por el pupilo del Stud Necochea.
Cuando Bataglia bajó la bandera en un instante poco feliz, la desilusión más grande invadió el espíritu de la mayor masa de sportmen ¡Yerba Amarga trabada! ¡Arrancando a diez, a quince metros en pos de sus rivales!
¡Fatalidad! La carrera estaba a merced de Filou – y en ese convencimiento, algunos silbidos cortaron la atmósfera, templada y luminosa.
Pero íbamos a ver lo que jamás habíamos visto. El lote había ganado más ventaja todavía, con Offembach a su frente, cuando Yerba Amarga galopaba desfilando por las tribunas a veinte, a treinta metros de aquel. Parecía imposible que pudiera entrar en carrera, después de aquella largada y con el tren rápido que sostenía el leader. Y, sin embargo, Otello no perdió el tino. Dejó seguir galopando a la yegua, que ganaba ventajas por momentos, dando alcance a Montevideo y pasando bien pronto a Atalaya, corriendo tercero cuando, en el hoyo, Filou se lanzó a la vanguardia, desalojando a Offembach.
Filou se distanciaba y parecía hazaña irrealizable que se le aproximara cualquier campeón. Un potrillo de las condiciones del hijo de El Amigo no podía rendirse después de haber conquistado tan ventajosa posición guiado por Rigoletto, el maestro de los jockeys.
Pero Yerba Amarga seguía en su avance impetuoso. ¿Llegaría hasta el leader? ¿Y cuándo le diera caza, tendría aliento para batirlo?
El público callaba, preso de intensa emoción. ¡Qué carrera loca la de Filou, que quería ponerse a salvo del zarpazo, y la de Yerba Amarga que cargaba con sin igual coraje para dar el golpe definitivo! ¡Cómo corrían aquellos dos brutos! ¡Qué acción! ¡Qué vértigo! ¡Qué torbellino! Tendidos en el huracán de su acción locomotiva, devoraban las distancias, mientras que el corazón saltaba dentro del pecho sacudido por fuertes impresiones.
Allí iba Filou, en alas del vértigo, sostenido, alentado por Rigoletto, y en pos de él, la yegua brava se le aproximaba en cada balance. Por un momento pareció que el veloz corcel argentino se le evadía, pero enseguida, dado vuelta el codo, la hija de Exmoor se echó con sin igual coraje y en dos brazadas, frente al Paddock, apareaba al enemigo bravo, y en diez metros lo dominaba por completo, para ganarle con luz, en medio de las aclamaciones provocadas por su colosal carrera.
Ese era un triunfo de los más gloriosos. La hija de Exmoor, el gran padrillo de la “Cabaña Reyles”, mal largada, acababa de mejorar el récord en la vuelta marcado por ella misma, y puesto en evidencia su gran clase y su superioridad sobre el producto argentino, que, dicho sea de paso, estando la pista en buenas condiciones, empleose plenamente, desempeñándose con inmejorables bríos.
Al pasar frente al palco Offembach tocamos el reloj, yendo entonces Yerba Amarga a 20 ó 30 metros atrás y cuando esta pasó por el mismo punto el reloj marcaba 1 minuto 49 segundos y 3/5, de los que, descontando los 20 metros que Offembach llevaba de ventaja a la yegua, cuando se apretó el cronómetro, viene a resultar que la hija de Exmoor recorrió la vuelta en menos de 1.49 con 59 kilos, tiempo verdaderamente sorprendente.
Filou ha probado de nuevo sus grandes bondades, demostrando que no eran infundadas las esperanzas que los sportsmen de la otra orilla fundaban en sus condiciones para que se adjudicara el triunfo de la Internacional.”
Resultado Premio Revancha – Distancia 2.000 metros
1º Yerba Amarga.
2º Filou.
3º Offembach.
N.P. Montevideo y Atalaya.
Sport $ 4.30 y 2.81, de Filou $ 3.10
Tiempo:1:49.
Fue esta la despedida de Yerba Amarga de la pista del Hipódromo Nacional de Maroñas, pues durante el resto de 1899 y hasta octubre de 1900 en que fuera retirada al Haras Reyles la noble yegua uruguaya compitió en el Hipódromo Argentino de Palermo.
Allí corrió 16 clásicos y 2 handicaps habiendo logrado 4 victorias, 3 segundos, 2 terceros, 3 cuartos y seis No Place midiéndose con los mejores caballos del momento en aquel Hipódromo como Pillito, Filou, Salto y Parva.
El 23 de marzo de 1899 El Campo y El Sport de Argentina comentaba que en el clásico Premio Criadores, reservado para toda yegua sobre una distancia de 1.200 metros la opinión generalizada era que dicha carrera estaba a merced de Yerba Amarga, la uruguaya propiedad del Dr. José Pedro Ramírez.
No se veía entre las inscriptas ninguna yegua, ni parecida a la hija de Exmoor, por lo cual Vesper, Ligera, Julia y Bámbola, correrían por el 2º Premio.
El Premio Criadores se corrió en el Hipódromo Argentino el 25 de marzo de 1899.
“No era necesario ser profeta para decir que Yerba Amarga vencería sin emplearse a todas sus competidoras del Premio “Criadores”. La consideramos imbatible con 57 kilos y aún con 60, decíamos en nuestra edición del jueves, alternando con las de su sexo.
En el Paddock, antes de la carrera, circuló el rumor de que la yegua estaba gorda, que en una prueba de ensayo había cubierto los 1.200 metros en 1:17.3/5; que le faltaba trabajo, que al Dr. Ramírez no le gustaba la carrera, por cuyo motivo no había venido de Montevideo, y no sabemos cuántas otras noticias propaladas en los diversos corrillos, todas tendientes a presentar como muy problemática la victoria de la yegua.
Algo de verdad había en todo esto, pero cuando la hija de Exmoor salió a la pista, conjuntamente con sus 14 insignificantes adversarias, y se vio que si Yerba Amarga no estaba en la plenitud de la forma, poco le faltaba, y que caminaba ágilmente, sana de remos, alegre y curiosa, como extrañando el escenario, el público no hizo caso de los díceres y le cargó de tal modo la mano en el sport, que al cerrarse las operaciones resultó gran favorita. ¿Qué habían de hacerle, a la gran yegua, Europa, Clavija, La Negra, Bámbola, Ventura y otras por el estilo muchas de las cuales figuran en los últimos rangos, sin haber podido hasta hoy dar un momento de satisfacción a sus propietarios? Ni los rumores del primer momento, ni otros más terroríficos hubieran podido torcer la corriente de opinión favorable a Yerba Amarga, sobre todo cuando ésta apareció al desnudo, con su conformación de gran caballo, fuerte, simétrica, bien tallada, admirablemente plantada sobre sus remos y con una acción franca y expedita, que la colocaban a muchos codos sobre el lote de sus adversarias. Véase el resumen que damos al pie de esta crónica y los que no se hayan encontrado en el Hipódromo podrán darse cuenta de lo que pensaba el público después del desfile.
Descripción de la carrera, 1.200 metros.
El lote partió bien agrupado, encabezando Argentina, Vesper, Marea y La Negra, el primer pelotón. A cierta altura, Yerba Amarga que se había colocado 5ª o 6ª, inició el ataque para terminar la carrera al galope. Marea entró 2ª delante de Vesper; 4ª La Negra. Ganada por 2 cuerpos; un cuerpo del 2º al 3º. Tiempo 1:15.
Resultado Premio Criadores
“Puede decirse que, con el Premio Otoño disputado el 30 de abril, quedan inauguradas nuestras principales fiestas sportivas. Ya el domingo pudo notarse en el Hipódromo, mayor concurrencia que de ordinario y mucha más actividad en el ring, como que alcanzaron a venderse cerca de 143.000 boletos.
La rentrée de Pillito, de Primero y de Chaná, y la presencia de Filou, Yerba Amarga, Balcarce y Gonín, daban al Premio Otoño, un singular atractivo. Desde el primer momento, revisados los caballos en el Paddock, pudo verse que la mayoría de la opinión se declaraba netamente por el representante del Stud Derby y por el hijo de El Amigo y Fatma.
Pillito, sin estar todavía en plena forma, su condición era bastante buena, la que corresponde a un caballo de su mérito, que recién empieza y que tiene todavía por delante, muchas carreras valiosas que disputar. Filou había sufrido el día antes, un pequeño accidente: un golpe en un remo trasero, muy comentado, pero de poca importancia. La acción del caballo era la misma de siempre y sus partidarios no dejaban de jugarlo por eso. La monta de Isabelino, aumentaba su prestigio, sin poder desalojar, con todo, del puesto de primer favorito, al hijo de Neápolis y Picardía. Yerba Amarga, (el “burro negro” de la carrera, como dijo un chusco) despertaba también sus recelos y sin tener la opinión de Pillito y de Filou, se cotizaba 6 a uno; tenía el tercer puesto en la pizarra, pero con 4000 boletos menos que los favoritos. Debemos confesar, sin embargo, que la yegua se presentaba en una forma brillante, tan ceñida y dura de carnes, que no parecía la yegua que habíamos visto en el Premio América.
Descripción de la carrera: Al caer la bandera; hubo cierta vacilación para tomar la punta, hasta que Yerba Amarga se desprendió del lote y tomó resueltamente el puesto de leader. Primero y Salto salieron en su persecución; Filou se colocó en el centro, mientras Pillito y Balcarce cerraban la marcha. Entre los dos codos, el negro Rivero, que dirigía a Yerba Amarga, la contuvo dentro de su acción y las distancias se acortaron. Allí avanzó Pillito, pero simultáneamente la leader volvió a correr fuerte, distanciándose de nuevo de sus perseguidores.
A la entrada de la recta, desapareció Primero y atacaron los favoritos, sin poder dar caza a la yegua, que pasó la meta con 2 cuerpos y medio de ventaja. Por el 2º puesto, se produjo una lucha emocionante entre Filou y Pillito, triunfando este último, por un pescuezo; 4º Salto. Tiempo: 2:8.
La victoria de la hija de Exmoor, no fue como se comprende, una sorpresa, porque todos saben que es un animal de mérito y que un día u otro debía prevalecer en la pista.”
Resultado Premio Otoño
“La publicación El Campo y El Sport de Argentina comentaba el día 18 de mayo de 1899 que el Premio Los Haras a disputarse sobre 2.000 mts. estaba a merced de Yerba Amarga.
El resto de las participantes Modesta, Regalona, Regalada y Rosalvina, correrían por el 2° Premio.
Caso que Espina se presentara en plena forma, sería la única que podría hacer galopar a la hija de Exmoor.
Posteriormente se refería a los resultados de la Reunión del 21 de mayo destacando en su título: EL PREMIO “LOS HARAS” – FÁCIL VICTORIA DE YERBA AMARGA
y comentaba: Yerba Amarga ha tenido una compensación a su derrota del Premio “Porteño”, triunfando con facilidad sobre sus tres competidoras del Premio Los Haras.
La victoria estaba muy descontada pues no se veía entre las inscriptas, ninguna yegua que pudiera parangonarse con la hija de Exmoor.
Espina que era la que más se le aproximaba, no podía estar todavía en plena forma y es claro que, con tales perspectivas, Yerba Amarga tenía el premio a su disposición. Modesta y Regalada no podían abrigar muchas ni pocas pretensiones y si hacían acto de presencia, Regalada, sobre todo, era sin duda en la esperanza de que, con un día tan tormentoso, se abrieran las cataratas del cielo y la pista quedara convertida en un pantano.
Pero los densos nubarrones no hicieron efectivas sus amenazas, y la prueba se disputó en condiciones bien propicias para la pupila del Stud Charrúa.
No eran muchos los que creían que Espina pudiera batir a Yerba Amarga, pero hubo un momento, en el desarrollo de la carrera, que algunos abrigaron la esperanza de un fracaso por parte de la yegua uruguaya.
Espina obligó a su competidora, desde que cayó la bandera y a cierta altura pudo tomar sobre ella unos seis cuerpos de ventaja. No había paralelo posible entre la preparación de la yegua de Los Cardos y la del Stud Charrúa. A la primera le faltaba tiempo y se conocía que la habían apurado para tomar parte en esta prueba, la 2ª se presentaba en completa forma, sazonada ya, con un estado de fierro.
De manera que, entre los dos codos, del lado de Belgrano, cuando la hija de Gay Hermit dio evidentes señales de fatiga, Yerba Amarga, se le aproximó sin violentarse, desalojándola poco después, en la recta. Al final, sobrevino Regalada, conducida por Isabelino, y arrebató el 2º puesto a Espina, lo que demostró una vez más la incompleta preparación de la hija de Gay Hermit, cuya superioridad sobre Regalada está fuera de toda discusión.
¡En las cotizaciones Yerba Amarga daba fila y cuatro a uno! Tiempo: 2:9.1/2
Resultado Premio Los Haras
El campo del “Premio de Honor” no será tan reducido como se ha dicho, pues según nuestros informes se presentarán Pillito, Salto, Gonín, Ómnium, Guazunambí, Yerba Amarga, Le Sancy, Portugal y Cacique.
Reservado el crack del Stud Derby para esta jornada, y dada su resplandeciente forma actual, muy problemático nos parece que le arrebaten los laureles.
De todos sus competidores, el que ha de arrastrar más opinión por sus buenas performances recientes, es Salto, el excelente hijo de Oriental que ha acentuado su clase en estos últimos tiempos. Yerba Amarga se encuentra hoy día en magnífico estado, pero no la creemos la ganadora del “Premio de Honor”.
En el desenlace del Premio de Honor corrido el 10 de setiembre de 1899 no hay pues que engolfarse en disquisiciones aburridas, y si Yerba Amarga y Salto han batido a Pillito, éste tomará su revancha, tal vez dentro de muy poco, reconquistando su fama o su posición, momentáneamente comprometida. Ni esta derrota empaña el brillo de los triunfos anteriores, del hijo de Neápolis y Picardía, ni le da a Yerba Amarga, – heroína esta vez de la gran carrera, – mejores títulos que los que antes tenía.
Todo es cuestión de táctica. Yerba Amarga se ha adjudicado la victoria, porque la han dejado correr a su antojo, poniendo en juego su gran velocidad, no ha habido en el lote ningún caballo que haya querido sacrificarse, persiguiéndola tenazmente, y el maestro Isabelino, que sabe sacar en estos casos, todo lo humanamente posible, y mucho más, cuando dirige un animal de las condiciones de la yegua, ha franqueado la meta, sintiendo recién a última hora, el ataque de Salto, que se mantuvo en el tercer puesto, lejos de su competidora, en casi todo el tiro de la carrera.
Gran Premio de Honor-Yerba Amarga la heroína de la carrera con Rigoletto
Hace pocos días, hablando con un conocido sportsman y propietario de una de nuestras principales caballerizas, que deseaba conocer nuestra modesta opinión sobre el Premio de Honor, le decíamos sencillamente, que si los competidores de Yerba Amarga, no la hostilizaban muy de cerca y la dejaban tomar ocho o diez cuerpos de luz, era el animal más indicado para una sorpresa.
En el Premio de Honor tomaron parte, Guazunambí dirigido por Conde, Gonín por Garrido, Cacique por Aguirre, Le Sancy por Pérez, Yerba Amarga por Isabelino, Salto por Sarthou, Ómnium por Urrutia y Pillito por Aguilera.
Cuando la campana anunció el desfile, un mar de cabezas se agitaban en dirección al Paddock siendo punto menos que imposible llegar hasta el sitio donde se encontraban los caballos. Era aquello un desborde inmenso de público, un bosque impenetrable de gente que se movía en una sola dirección casi sin avanzar, o que avanzaba con gran dificultad. Los ocho candidatos salieron escalonados en este orden: Yerba Amarga, Cacique, Gonín, Pillito, Guazunambí, Salto, Le Sancy y último Ómnium. El estado de los caballos era en general irreprochable, contribuyendo a esta buena impresión, el sol que brillaba desde lo alto, en un cielo azul sin nubes, y cuyos rayos bañaban de lleno el reluciente pelo de los animales.
Descripción de la carrera: El Starter pudo bajar la bandera sin dificultad y puestos los caballos en acción, Yerba Amarga tomó resueltamente la delantera. El tren era lento lo que dio facilidades a Isabelino para poner 10 cuerpos de luz entre él y sus adversarios. Corrían atrás; Pillito y Salto; más lejos el resto, con Cacique en el fondo.
Al pasar por frente a las Tribunas, Salto desalojó a Pillito que se colocó 3º, delante de Le Sancy y de Guazunambí. Al enfrentar a la línea de las caballerizas, Le Sancy mejoró su colocación y entre los 2 codos el caballo del Stud Derby avanzó sobre los leaders. Este movimiento no tuvo mayores proyecciones porque la yegua corría siempre al freno con enorme ventaja. En la recta se vio que Pillito estaba batido y que Salto carecía de los bríos necesarios para vencer a Yerba Amarga.
En las tribunas, los pocos partidarios de esta última, aclamaban su nombre, mientras los adeptos de Pillito esperaban ansiosa pero inútilmente que el hijo de Neápolis reaccionara en los 300 mts. finales de la carrera. No se produjo, sin embargo, el anhelado cambio de decoración y la yegua del Dr. Ramírez salvó el disco con un cuerpo de ventaja sobre Salto; 3º Pillito, a 2 cuerpos; 4º Ómnium a ½ cuerpo del 3º. Tiempo 3:49.1/2
Es esta la 3ª o 4ª vez que Isabelino Díaz gana en igual forma una carrera de gran importancia con caballos que solo se han distinguido por su rapidez: Con Camors la Copa de Oro del 91; con Ontario el Premio Jockey Club de 1895: con Primero la Internacional del 98 y ahora con Yerba Amarga el Gran Premio de Honor.
Yerba Amarga después de ganar el Gran Premio de Honor
Consignaba esta publicación en su edición del 13 de setiembre de 1899 que el doctor José Pedro Ramírez, había enviado desde Montevideo, al Jockey Isabelino Díaz, el siguiente telegrama:
Isabelino Diaz- El Maestro de la Fusta
“El propietario del mejor producto de la República Oriental del Uruguay, saluda al mejor jockey del Río de la Plata a cuya pericia se debe en gran parte el triunfo alcanzado, y se complace en esperar que Yerba Amarga correrá bajo su dirección el próximo Premio Internacional”.
El Premio de Honor, nunca había sido ganado por una yegua. Es pues, Yerba Amarga, la primera que ha vencido a los caballos en dicho premio.
Referencia: Diario El Siglo (Montevideo, Uruguay) Abril 1897 a Enero 1899
El Campo y El Sport (Bs. As, Argentina) Marzo a Setiembre 1899