CAMPEONES DE TODOS LOS TIEMPOS

 

IMPERIO

por Paul Dugros, Kenichiro Ooka y Luis Costa Baleta

 

INTRODUCCIÓN

Una generosa rivalidad caldeaba los ánimos de los sportsman de finales del siglo XIX. Se vivía entonces en una atmósfera densa de entusiasmos, en la que los esfuerzos sólo significaban la expresión del gesto emulatorio de sobresalir cuanto era posible en el sport predilecto. Había, en el turf y en el elevage uruguayos, una preciosa juventud. La energía y vehemencia de los pensamientos sólo sabía traducirle en actos que, en su magnitud bella y dominante, confirmaban la pujanza de las voluntades creadoras.
Fue entonces cuando se vio surgir una pléyade de establecimientos de elevage de una potencia que, aún hoy, asombraría largamente a los apasionados por la cría del pura sangre.
Por eso, como una lejanísima reminiscencia, es del caso citar, todavía, como ejemplo de la pasión honda y sincera que por la cría del pura sangre se sentía entonces, la famosa Exposición Nacional de Ganadería y Agricultura celebrada en 1895 en el viejo Pabellón de la calle 18 de Julio entre Ejido y Santiago de Chile.
Allí las Cabañas uruguayas mandaron sus mejores ejemplares, y el comentario público giró varios días respecto a las condiciones, al físico, a la sangre de los animales expuestos.

 Don Carlos Reyles había comenzado a criar en el Haras Reyles con Caliban, y enseguida importó de Inglaterra a Napoleón; un zaino negro nacido en aquel país en 1886 hijo de Galopin y Crucible por Rosecrucian, criado por J. Simmons Harrison, al que más tarde fue a hacer compañía el también semental inglés Exmoor.
Entre las yeguas madres de su plantel contaba con Langlaagte, Nellie II, que produjera a Yerba Amarga; Agrippina, Cábula, Coronación, Troya, Donnina, Twin, Financiera, Coqueta…”
Langlaagte nacida en Inglaterra en 1887 era una alazana, criada por F.E.C. Dobson que fue importada a Uruguay en 1889 y descendía de Charibert y Thunder Queen por Kaiser.

Del cruzamiento entre Napoleón y Langlaagte, nació el 14 de ctubre de 1892 IMPERIO, un hermoso zaino doradillo, producto autóctono de la incipiente cría nacional que se convertiría en un crack rutilante y en uno de los caballos uruguayos más importantes del siglo XIX.
El Dr. Manuel Quintela, quien era socio de Don Carlos Reyles, era el propietario del Haras María Luisa ubicado en el Departamento de Canelones, lugar de nacimiento de IMPERIO.
Defendió en las pistas los colores lila gorra blanca del Stud Colón, el cual era una sociedad de Don Carlos Reyles y Don Enrique Olivera Calamet. Fue entrenado por el cuidador Martín Gonzalez en su campaña rioplatense y luego bajo la égida de Pío Torterolo fue junto a Cartouche II en quijotesca excursión a las Islas Británicas.

 

Su campaña en 1895

IMPERIO debutó el 24 de marzo de 1895 (con 16 meses y 10 días) en los 1.000 metros del Premio Clásico Ensayo, primera prueba para productos de esa temporada con un peso de 55 kg, donde “ligereado” arribó 3ero. de Montevideo II y Tacuarí separados estos por ½ pescuezo y él a un cuerpo del 2do. en un guarismo de 1’01” 2/5.
El 9 de junio de 1895 reprisó en la 2da. Carrera del Programa, luego de un ajuste de estado, el Premio Bogey sobre 1.000 metros donde empleando un guarismo de 1’1”3/5 y cargando 51 kg. se impuso fácilmente sobre sus ocasionales rivales (Gama II 60 kg, Souvenir 49 kg, Mistral 51 kg y Cuartelero 44 kg).
Esa misma tarde compitió en la 4ta. Carrera, el Premio Brasil sobre 1.200 metros, prueba en la que Lautaro (55 kg) y Viola (53 kg) finalizaron en puesta empleando un tiempo de 1’12” 1/5 para la distancia. IMPERIO llegó en el 3er puesto cargando 55 kg, adelantándose a Centenario (55 kg), Adalgisa (53 kg) y Cuartelero (50 kg).
A los 20 días, es decir el 29 de junio de 1895, IMPERIO participó con 55 kg en el Clásico Uruguay, con su jockey habitual Isabelino Díaz apodado “Rigoletto”, donde hace puesta con Guerrero en el primer puesto luego de recorridos los 1.500 metros de la prueba. Tercero llegaba Darwin y luego Viola, Norma, Tacuarí, Tic- Tac, America II, Artigas y Centenario.
Comienza allí una seguidilla de 7 victorias de corte clásico que lo encaraman al tope del ranking de los potrillos de su generación.

El 18 de julio de ese año vence en el Clásico Constitución disputado sobre una distancia de 1.600 metros, con la monta de Isabelino Díaz y cargando 55 kg, en tiempo récord para la época de 1’39” 4/5. Segundo llegó Acacia, tercero Guerrero y luego Tacuarí, Tic-Tac, Nerón, Grulla y Montevideo II.
El 15 de setiembre de 1895 en el Clásico Criadores nuevamente impuso condiciones sobre 2.000 metros en prueba en la que nuevamente dirigido por Isabelino Díaz con 55 kg derrotó a siete rivales (Montevideo II, Guerrero, Africana, Nerón, Acacia, Mirta y America II.
El tiempo que registran los periódicos de la época fue de 1’51”2/5 para los 1.750 metros de la primera vuelta.

Dos semanas más tarde, el 29 de setiembre, triunfó en el Clásico Jockey Club también sobre la distancia de 1.750 metros sobre un lote compuesto por los mismos rivales del Clásico Criadores a los que se había agregado la pequeña Esfinge, empleando un tiempo esta vez de 1’50”2/5 con la conducción de Isabelino Díaz y 53 kg en su mandil.
Ante tan brillante campaña, sus allegados deciden embarcarlo con destino a Buenos Aires, para intentar la hazaña en el Gran Premio Nacional que se disputaba una semana más tarde, es decir el 6 de octubre de 1895.
En esta prueba, el crack oriental arribó 2do. a sólo un cuerpo del ganador Porteño (Chivalrous y Sarsaparilla) adelantándose por cuerpo y medio al 3ero. colocado que fue Massena y otros dieciocho rivales más en los 2.500 metros de la pista liviana que presentaba ese día el Hipódromo Argentino y que registró una marca de 2’ 40” 2/5 empleada por el ganador.
Según consignan las crónicas de los diarios de la época, los aficionados uruguayos proclamaban que IMPERIO era el mejor potrillo de ambas márgenes del Plata y que el hermoso doradillo propiedad del distinguido turfman Don Enrique Olivera Calamet sería el seguro vencedor del Nacional porteño.

El frenesí de los entusiastas seguidores uruguayos, era tal, que los mismos habrían arrojado gran cantidad de papelitos picados cuando el potrillo uruguayo pisó la pista de Palermo para realizar el paseo preliminar.
Una vez ingresado al tiro derecho final, IMPERIO quebró la línea del obstinado puntero Ontario y se cortó al frente del lote con tanta arrogancia que su jockey Luis González comenzó a agitar la gorra en señal de triunfo. Fue entonces que surgió del pelotón en rauda y arrolladora atropellada el potrillo Porteño con la monta de Pedro Aguirre, propiedad de Don José Benjamín Zubiarre, que le dio alcance al pingo oriental en cuatro saltos para vencerle cerca pero netamente.
Aún fresca la derrota en el Nacional de Palermo, IMPERIO es embarcado con destino a Montevideo donde una semana más tarde interviene en el Gran Premio Nacional de Maroñas.
El 13 de octubre de 1895 IMPERIO, nuevamente con 56 kg y la monta de Isabelino Díaz “Rigoletto” se consagra definitivamente como el mejor potrillo uruguayo de la generación nacida en 1892 al derrotar en el guarismo de 2’46” a Montevideo II y Africana en los 2.500 metros del Nacional maroñense en lote completado por Tacuarí, Tic-Tac, Guerrero y América II.
Nuevamente es inscripto en los 2.000 metros del Clásico Montevideo que se disputó el 24 de noviembre de 1895, handicap donde IMPERIO con 58 kg derrotó a Montevideo II (55), Tic-Tac (53), Viola (53), Norma (51) y Mary (51).
Esta vez el tiempo empleado para los 1.750 metros de la primera vuelta fue de 1’50”3/5.

 

Su campaña en 1896

Durante el año 1896, IMPERIO solamente disputará dos competencias en el Hipódromo Nacional de Maroñas: la Internacional en Enero y luego el Clásico Sarandi en Julio.
El 5 de enero de 1896 se disputó la Internacional de Maroñas en donde IMPERIO, con la monta de Isabelino Díaz, arriba 2do. del caballo argentino Sebastopol (Whipper In y Silwood) que montado por Isidro Sánchez emplea 3’12” 2/5 para los 3.000 metros de la prueba.
Los demás competidores de la Internacional fueron la gran Zig-Zag, Olímpico, Montevideo II, Alcalde, Revancha, Solista y Landseer, que fuera 3ero. en la gran carrera.
Su segunda y última presentación en la arena de Maroñas durante 1986 se produjo cuatro meses más tarde en el Clásico Sarandi disputado sobre la distancia de 1.750 metros el 5 de julio de 1896.
IMPERIO, con la monta de Pedro “Pipi” Costa cargando 56 kg ¾ recorrió la distancia en 1’51” 3/5 para ganar por 3 cuerpos la prueba clásica sobre Tic-Tac (55), Guerrero (54 ½), The Masher (57), Zig-Zag (55 ½) y Lautaro (54 ½).
Nuevamente el defensor de la Ecurie Colón es embarcado con destino a Buenos Aires para proseguir el resto de su campaña del año 1896 en las arenas de Palermo siempre bajo el cuidado de Martín Gonzalez. Una semana más tarde de su triunfo maroñense en el Clásico Sarandi, IMPERIO es alistado el 12 de julio de 1896 para disputar el Clásico Maipú a peso por edad sobre 1.200 metros en Palermo.
La prensa de la época reflejaba el 12 de julio de 1896 las esperanzas que estaban cifradas en la nueva incursión del crack oriental a pistas palermitanas con las siguientes palabras:
”Ya está IMPERIO en Buenos Aires. Ha sido este hecho, la nota culminante de la semana en nuestro mundo sportivo, el tema de numerosos y variados comentarios. Con los laureles todavía frescos del Premio Sarandí, el crack de nuestras pistas ha cruzado el Plata, acompañado por las simpatías de todos nuestros aficionados.
Va a Palermo a presentar lucha a los corceles argentinos y vengar, si es posible, las derrotas que le infligieron Porteño y Sebastopol, en el Nacional palermitano y en la Internacional maroñense respectivamente. Va a poner en evidencia la bondad de la cría nacional.
La prueba será brava, de fuego. Hoy dará principio a su nueva campaña.
Allá están Porteño y Sebastopol, dispuestos a darle la revancha; también están Alcalde, Revancha y Rosemary, General Lee y Landseer, Brindis y Ontario, Mignonnette y Primera y toda esa brillante caballada de los studs argentinos, dispuestos a medir su valía..
Esta tarde, por lo pronto, ya le saldrán al paso, entre otros, Ontario, Mignonnette, Primera y Colombia.
Son esos, sus más temibles rivales del Premio Maipú, sin perjuicio de que pueda saltar algún otro del lote, y echar por tierra todas nuestras esperanzas.
A Primera y Mignonnette todos nuestros aficionados las conocen tanto como al mismo IMPERIO. Su fama ha cruzado el río y sus hazañas han sido tan aplaudidas por nosotros como por los porteños. De Primera, la hija de Condesa, nos llegan buenos informes. Anda corriendo como en sus mejores épocas. De Mignonnette no conocemos el estado, pero es, siempre, como su tenaz rival, un punto alto en las carreras rápidas. Para ganarlas hay que ir con tiempo. Ontario, ya se sabe es un relámpago, y de Colombia se habla mucho. Dicen que es más ligera que Alcalde. Hay quienes la creen superior a Pitanga, la del doblete del jueves, que ya le dio la masita a Ontario. Irá con 48 kilos.
IMPERIO, el domingo, estaba pesadito para una carrera corta, pero su galope del Premio Sarandí, el viaje, y un platito de orejones parece que lo han aligerado. Hay que fiar en sus rapideces. Superior, como es, a Esfinge -si está en posesión de sus medios, debe, como aquella, vencer a Mignonnette y Primera.
Ontario es un cohete, pero pronto se apaga. De Colombia hay que esperar que su tierna edad no le permita resistir la lucha contra un animal de la soltura del hijo de Napoleón.
La Revista “Jockey Club” ha mandado a Buenos Aires un enviado especial para ver correr a IMPERIO y ofrecer, en el próximo número, una crónica completa a los lectores. Con nuestro co-redactor, el señor Emilio Silva y Antuña, van de compañeros de viaje numerosos sportmen. Habrá, pues, en Palermo, manos orientales que batirán palmas a IMPERIO, si llega triunfante.
Pedro Costa hará una vez más el sacrificio de su bigote. Expone sus labios a los rigores del sol, con tal de correr a IMPERIO y conducirlo a la victoria. Que así sea!”

Finalmente cotizado favorito, IMPERIO, montado nuevamente por Pedro Costa, cayó derrotado ante la dosañera defensora de la Petite Ecurie porteña Colombia (Gay Hermit y Ambassador) a quien otorgaba diez kilos de ventaja en el peso por edad, arribando a la meta un cuerpo y medio detrás de la vencedora en el tiempo de 1’12” ½ para los 1.200 metros adelantándose a otros seis rivales.
Nuevamente volvemos a la cobertura periodística de la época que comentaba la performance de IMPERIO de la siguiente forma:
“IMPERIO ha sido vencido una vez más por los productos argentinos. Es ese, un hecho que no tiene vuelta, sean cuales sean las causas que hayan pesado para la derrota del hijo de Napoleón.
Ha sido necesario para batirlo, es cierto, que Colombia hiciera lo que Porteño y Sebastopol: que se revelara como un animal de primer orden, marcando sobre los 1200 metros el record en Buenos Aires, y decimos en Buenos Aires, porque aquí Lautaro empleó igual tiempo con 54 kilos. Conviene hacer notar que las condiciones de la pista de Maroñas y la de Palermo señalan algunos segundos de diferencia en favor de la primera.
Pero esa circunstancia no debe satisfacer por completo a los partidarios de IMPERIO, que también echarán mano del argumento de que Colombia fue favorecida en la largada, para disculpar la derrota del caballo de sus simpatías.
Con todo, IMPERIO no ha respondido a las esperanzas que en él cifraban sus fanáticos, y nosotros mismos, en cierto punto.
Lo cierto es que Colombia, favorecida, indudablemente, en la partida, supo aprovechar la ventaja y no dejarse alcanzar por el pupilo del Stud Colón, a quien nosotros suponíamos ligerezas tales como para largar tres o cuatro cuerpos adelante al animal más ligero y darle caza a los 50 metros.
Es también innegable que IMPERIO, merced a su brazada, con la que cubre mucho terreno, fue desminuyendo la ventaja que le llevaba la hija de Gay Hermit, para ceder en su empuje y mostrarse falto de bríos y de coraje, precisamente en el momento mismo en que parecía dominar la carrera, contrastando con la potranca, que, aparentemente extenuada por la violencia de su tren, supo sostenerse con rara energía.
Bien es verdad que IMPERIO no hizo más que acercarse, llegar y… desfallecer antes de entablar la lucha cuerpo a cuerpo, exhibiéndose tal cual se nos presentó en el Premio Nacional de Buenos Aires y en nuestra Internacional, cuando Porteño y Sebastopol avanzaron y lo vencieron sin que intentara resistir su empuje.
A la altura en que IMPERIO llegó a colocarse de Colombia, un caballo de corazón -Montevideo II, por ejemplo- habría hecho trizas a la hija de Gay Hermit.
Lo que hay es que Montevideo II no hubiera llegado, como no llegaron ni Primera ni Ontario, hasta donde llegó IMPERIO, por que sus medios locomotivos no dan para tanto, pero eso no adjudica al hijo de Napoleón la parte más insignificante de la fibra que le falta para una lucha en que es necesario que el coraje y la energía sean puestos a prueba.
Cabe una disculpa para la flojedad que ha revelado IMPERIO en los momentos críticos, y es la falta de completa forma en que siempre se le ha presentado. Actualmente, todos sabemos que IMPERIO ha sido muy apurado en su preparación, y sin embargo, salta a la vista la falta de trabajo en que se le tiene. Un animal comilón, como el producto de la cabaña Reyles, y de sus condiciones, con todo, excepcionales, necesita un trabajo serio, riguroso, un training exigente, que llevándolo al más alto grado de la forma le permita dar todo lo que se pueda exigir de sus aptitudes, y no los mimos y contemplaciones que se le dispensan y que hacen que se atribuyan sus fracasos a carencia de coraje cuando talvez sean ellos debidos al escaso ejercicio a que se le somete.
Tenemos la más alta opinión de las ligerezas de IMPERIO y creemos que merced a ellas, que son su gran arma, podrá ganar muchas carreras, pero como no es el coraje la esencial condición del hijo de Napoleón—y con esto no hacemos más que ratificar lo que dijimos en El Siglo cuando fue vencido en Buenos Aires y a raíz de su derrota en la Internacional—no nos sorprenderá verlo nuevamente batido en Palermo en sus encuentros con Sebastopol y Revancha, con Alcalde y Porteño, con Imposible y Alcalde y finalmente con toda la brillante caballada de los studs argentinos. Son muchos y muy buenos los rivales que se le opondrán a IMPERIO.”

Pero dos semanas más tarde, el 26 de julio, Martín González lo inscribió en los 2.200 metros del Clásico Invierno a peso por edad.
IMPERIO, cotizado favorito, con 57 kg y Pedro Costa “up” volvió al triunfo empleando 2’22”1/5 para derrotar por 3 cuerpos al tres años Imposible (57) y al cinco años Sebastopol (63 ½) que empataron el segundo puesto delante de otros siete competidores.
Casi un mes después, el 23 de agosto de 1896, nuevamente IMPERIO tomó parte en la disputa del Clásico Belgrano sobre 2.000 metros donde fue cotizado gran favorito.
El desenlace de esta carrera fue muy ajustado, triunfando IMPERIO con 60 kg ½ por la cabeza sobre Cartouche II que con 5 años de edad le dispensaba dos kilos en el handicap y arribando tercera Rosemary con 6 años a cuestas y el mismo peso del vencedor. Completaron la nómina de participantes otros siete rivales.
Cartouche II vengó esa derrota, al vencer con 62 kg el 13 de setiembre a Imposible (60kg) y Sebastopol (62 kg) en el Gran Premio de Honor por un cuerpo y medio y pescuezo respectivamente en el guarismo de 3’48” 2/5 para los 3.500 metros de la prueba.
IMPERIO, que nuevamente había sido ungido favorito por los apostadores, llegó en 4to. lugar delante de otros cinco competidores, siendo esta la única carrera en su campaña rioplatense en la cual no pagó dividendo alguno el hijo de Napoleón.
Un nuevo intento el 25 de octubre de 1896 en el Gran Premio Internacional de Palermo, donde IMPERIO (60 kg) vuelve a caer derrotado por su vencedor del Nacional palermitano de 1895, Porteño (60kg) que le supera por dos cuerpos mientras Imposible (60kg) llega 3ero. medio cuerpo detrás del pingo oriental y delante de otros diez participantes.
El vencedor cubrió los 3.000 metros de la prueba sobre pista liviana en 3’13”. La campaña de IMPERIO en el Hipódromo de Palermo finaliza el 8 de Noviembre de 1896 donde vuelto a ser conducido por Isabelino Díaz interviene en el Clásico Comparación sobre 1.800 metros.
Nuevamente Porteño lo derrota en 1’52” 3/5, esta vez por un cuerpo, arribando 3ero. Tom Pouce dos cuerpos más atrás y en 4to. y último lugar Excelsior, todos con 4 años de edad y cargando 60kg ½.
IMPERIO es embarcado de regreso a Montevideo, con el objetivo de prepararlo con suficiente antelación para participar en el Gran Premio Internacional de 1897.

 

Su campaña en 1897

El 3 de enero de 1897 participa con 58kg ½ del Gran Premio Internacional de Maroñas en un lote compuesto por otros nueve rivales. Con la monta de Ramón Garrido emplea 3’13” para imponer condiciones en los 3.000 metros de la prueba dejando 2do. a Vesubio y 3ero. al ganador de la Internacional maroñense del año anterior Sebastopol.

Aquí finaliza su campaña en los hipódromos del Río de la Plata pues con la anuencia de sus propietarios Don
Enrique Olivera Calamet y Don Carlos Reyles, el traineur Pío Torterolo lo embarca junto con Cartouche II rumbo a la cuna del Turf, las Islas Británicas.
La comitiva que acompañó esta aventura fue muy numerosa, ya que junto al entrenador viajaron sus tres hijos Domingo, Juan que contaba con 15 años y Pío de 13 años, Completaban la nómina los jockeys Felipe Núñez, Tomás Conde, Gumersindo Buela, Leandro Alvarez y su hijo Leandrito, de los cuales posteriormente Buela y Alvarez fueron afamados entrenadores.

Según consignaba el diario La Razón de Montevideo en su edición del día 12 de marzo de 1897, el día anterior en el vapor Kaikoura habían sido embarcados IMPERIO y Cartouche II con destino a las Islas Británicas e informaba que ambos racers lucirían allí los colores chaquetilla y gorra blanca, mangas violetas propiedad de don Pío Torterolo.
Luego de una fatigosa travesía en un buque de carga que por aquella época demoraba más de un mes en completar el viaje, IMPERIO y Cartouche II fueron desembarcados en el puerto de Southampton al sur de las Islas Británicas y trasladados por tierra hacia Newmarket, a unas 60 millas al norte de Londres.
Arribados allí en pleno verano boreal, los caballos rioplatenses proceden a ser aclimatados al cambio de alimentación y del agua potable, a su adecuación a las nuevas pista de césped de trazados rectilíneos y superficies más duras en esa estación del año y fundamentalmente al cambio de sentido en el que se disputan las carreras en el Reino Unido (corde à droite o sentido horario).

El debut de IMPERIO en el hipódromo de Newmarket se produjo el 14 de julio de 1897 en el trazado de Exeter sobre una distancia de 6 furlongs (1200 metros).
Montado por Domingo Torterolo y cargando 115lbs. (52kg 164gr) finalizó 6to. entre nueve participantes en el “July Handicap”, prueba que fuera ganada por el 6 años Simonburn por el pescuezo sobre el 4 años Amphora, arribando tercero 3 cuerpos más atrás la 3 años Lady Frivoles.
Aliviado en su entrenamiento, durante el crudo invierno de las Islas Británicas, IMPERIO no volverá a correr durante el resto del año 1897.

 

 

Su campaña en 1898

En la primavera de 1898 se produce la reentre del pingo oriental en las pistas de Newmarket.
Participa el 13 de abril en el trazado de Bretby Stakes en el “Crawford Plate Handicap” sobre 6 furlongs (1200 metros), nuevamente dirigido por Mingo Torterolo y cargando 98 lbs (44kg 453gr) de peso finalizando en un anodino 8vo. lugar entre 11 contendientes.
El ganador Fosco, propiedad de Leopoldo de Rotschild, se impuso por dos cuerpos a Melánge llegando 3ero. tres cuerpos más atrás High Treasurer, todos con 5 años de edad.

Dos días más tarde, el 15 de abril de 1898, es inscripto en el “Flying Handicap” que se disputa sobre 5 furlongs (1000 metros) en el trazado de Rous.
Cargando nuevamente 115lbs. (52kg 164gr), pero esta vez con la conducción de Felipe Núñez IMPERIO finaliza en el 3er. lugar a solo un 1 ¼ cuerpo del vencedor Dubuque y su runner up Miss Rose, que llegó a ½ cuerpo, ambos ejemplares de 3 años de edad.
El 26 de abril de 1898, IMPERIO logra su primer triunfo en el Clásico “Visitors’ Welter Handicap”, disputado en el trazado Two Yrs. sobre 5 furlongs (1000 metros).
Nuevamente dirigido por el jockey Felipe Núñez con 117 lbs. (53kg 71gr) en su montura y abonando un dividendo de 10 a 1 derrota por la cabeza al 4 años Holt Castle mientras el 3 años Valhalla arriba a 5 cuerpos de ellos delante de otros cinco competidores.
El 12 de mayo compite en el “Third Welter Handicap” disputado en el trazado Ditch Mile sobre la milla frente a otros trece rivales.
Esta vez montado por primera vez por Juan Torterolo, con un peso asignado de 131 lbs. (59kg 421gr) finaliza en 5to. lugar en carrera que ganara el 3 años Imbroglio por 1 ½ cuerpo a su coetáneo Invincible II, mientras en el tercer lugar arribaba a ¾ de cuerpo el 6 años White’s Form.

Un mes mas tarde es trasladado a Ascot para intervenir en el clásico “Royal Hunt Cup” disputado sobre 7 furlongs 166 yardas (1.450 metros) en el trazado New Mile de dicho hipódromo. Vuelto a ser montado por Mingo Torterolo con 94 lbs. (42 kg 638gr) IMPERIO produjo la peor performance de toda su campaña arribando 19vo. entre 21 participantes.
La carrera disputada el 14 de junio de 1898 tuvo como vencedor a Jaquemart que derrotó por 1 ½ cuerpo a Foston, mientras media cabeza y media cabeza separaron a éste de Dinna Forget y Knight of the Thistle.

De regreso en Newmarket, el 12 de julio es alistado en los 6 furlongs 197 yardas (1.400 metros) del “Beaufort Stakes” a disputarse en el trazado Beaufort de dicho hipódromo.
Cargando 123lbs. (55kg 793gr) y nuevamente con Juan Torterolo en su silla, IMPERIO apenas logra llegar en un opaco 8vo. puesto entre trece competidores, carrera en la que el vencedor Lexington se adelantó por 2 cuerpos a Egremond y al pescuezo de este llegó Galashiels.
Al día siguiente, 13 de julio, IMPERIO vuelve a tentar suerte por segundo año consecutivo en el “July Handicap” sobre la distancia de 6 furlongs (1200 metros) en el trazado de Exeter, en carrera con un total de 14 participantes. Montado por Domingo Torterolo y cargando 94 lbs. (42 kg 638gr), vuelve a repetir su actuación del año anterior, finalizando 3ero. a 1 ½ cuerpo del ganador Altesse que derrotó por la cabeza a su runner up Allegro.

 Finalizada la temporada de carreras de Newmarket por el año 1898 y a punto de finalizar la temporada en el resto de los hipódromos del Reino Unido ante la proximidad del crudo invierno de las Islas Británicas, IMPERIO es trasladado al hipódromo de York.
Ubicado en la ciudad homónima en el condado de Yorkshire al norte de Inglaterra, en este hipódromo al igual que en los hipódromos rioplatenses se corre en sentido antihorario o corde a gauche.
Con la conducción de Juan Torterolo cargando 129 lbs. (58kg 514gr) y cotizado 7 a 1 en las apuestas, IMPERIO logra su segundo triunfo en tierras británicas.
En el “Lonsdale Stakes” disputado el 23 de agosto de 1898 sobre 1 ¼ milla (2.000 metros) IMPERIO derrota por 2 cuerpos a los tresañeros Ultimatum y Don Alonzo que llega al pescuezo del segundo delante de un lote de otros 6 participantes.

 

 

 

Luego de esta victoria es llevado a correr más al norte, al hoy desaparecido hipódromo de Lincoln en el condado de Lincolnshire ubicado al suroeste de Doncaster, en donde interviene en el “Great Tom Stakes” sobre la milla el 7 de noviembre de 1898.
En esta prueba el vencedor fue el 5 años Doubloon que superó por 2 cuerpos al 6 años Sardi y este a su vez por medio cuerpo al 4 años Sligo. IMPERIO llegó en un anodino 9no. puesto, con la monta de Domingo Torterolo cargando 110 lbs. (49kg 896gr) adelantándose a otros nueve rivales que formaron el total de 18 caballos que participaron de la prueba.
Fue esta su última actuación en las pistas británicas y fue embarcado de regreso a Buenos Aires donde disputo otras 10 carreras del más alto nivel habiendo cosechado solamente 3 segundos puestos en las mismas.

Finalmente fue retirado de las pistas para ser enviado como reproductor.

 

Su actuación en el Haras

Según consta en el volumen II del Stud Book Uruguayo IMPERIO actuó como semental entre 1889 y 1907 en la Cabaña María Luisa en el Departamento de Canelones, propiedad de Don Manuel Quintela y Don Augusto Ponce de León.
En el volumen III del Stud Book Uruguayo IMPERIO aparece como padrillo de la Cabaña Chacra Clara, propiedad de Don Enrique Olivera Calamet, en el período 1907 a 1915 localizada en Estación Progreso también en el Departamento de Canelones.

En el volumen IV del Stud Book Uruguayo que comprende el período 1915 a 1921, no consta el año exacto de la muerte de este gran caballo oriental, aunque ya en dichos registros figura muerto y no se registran nacimientos de productos hijos de IMPERIO desde el año 1914 en adelante.

Entre sus descendientes se destacaron los siguientes ejemplares:
Iguazú (por Catarata en Jonquil), alazán macho, nacido en 1901, ganador de 25 carreras en Maroñas entre 1904 y 1910 (inclusive los Clásicos Ensayo sobre 1.000 metros, Treinta y Tres sobre 1.200 metros, Lavalleja sobre 1.300 metros, Pedro Piñeyrúa sobre 1.500 metros e Independencia sobre 1.600 metros en 1904 y el Clásico Otoño sobre 1.500 metros en 1906 ).
Padrillo en el Establecimiento “Tapado” de Salto, propiedad de Israel B. Cunha.
Infanta ex Niña (por India en Flavio), zaina hembra, nacida en 1903 ganadora de 7 carreras en Maroñas entre 1906 y 1907 (inclusive el Clásico Fomento de 1906 sobre 1.200 metros).

Júpiter (por Glicina en Jonquil), zaino macho, nacido en 1904 ganador de 4 carreras en Maroñas entre 1907 y 1908 (inclusive el Clásico Polla de Productos de 1907 sobre 1.600 metros).
Padrillo en el Establecimiento “La Malaqueta” de Artigas, propiedad de Aurelio D. Noboa.Imperator (por Catarata en Jonquil), alazán macho, nacido en 1906, ganador de 10 carreras en Maroñas entre 1909 y 1912 (inclusive los Clásicos Buenos Aires de 1909 sobre 2.000 metros y Montevideo de 1910 sobre 1.800 metros).

Padrillo en el Establecimiento “33” de Montevideo, propiedad de Santiago V. Morales.
Indost án (por India en Flavio), zaino macho, nacido en 1906, ganador de 8 carreras en Maroñas
entre 1909 y 1910 (inclusive los Clásicos José Pedro Ramírez sobre 1.500 metros, Pedro Piñeyrúa sobre 1.600 metros, Gran Premio Jockey Club sobre 2.000 metros y Comparación sobre 2.000 metros en 1909 y Constitución sobre 2.200 metros en 1910).
Padrillo en el Establecimiento “Tribuna” de Montevideo, propiedad de José A. Lapido.
Isology (por Alabama en Orbit), zaina doradilla, nacida en 1909, ganadora de 10 carreras en
Maroñas entre 1912 y 1915 (inclusive los Clásicos 25 de Agosto sobre 1.400 metros, América sobre 1.300 metros, Estímulo sobre 1.500 metros, República Argentina sobre 2.000 metros e Hipódromo Nacional sobre 1.900 metros, todos ellos en 1912 y el Cásico Maroñas sobre 1.600 metros en 1915).

 

 

Análisis de su Pedigree

A los efectos de tener una aproximación al perfil genético este prócer del elevage uruguayo y mundial, hemos requerido la palabra autorizada de un especialista como sin dudas lo es el Ing. Agr. Claudio Brandoni, que generosamente nos hace un breve análisis del pedigree del gran caballo oriental:

 

EL IMPERIO DEL CORAZÓN

No falto a la verdad si digo que IMPERIO fue el primer caballo de esta parte del mundo en ganarse un lugar en el Olimpo donde pastan los grandes de la raza.
IMPERIO (1892, Napoleon en Langlaagte por Charibert) pertenece a la línea paterna derivada de Eclipse y que en la actualidad concentra a casi el 94% de los padrillos activos en el mundo; esta línea paterna puede ser remontada hasta el Darley Arabian, uno de los tres ejemplares de los que descienden la totalidad de los sementales de la raza.
En el otro extremo, pertenece a la familia 4 cuya fundadora fue la Layton Barb Mare y en una subdivisión posterior, Bay Bloody Butocks pasó a comandar la subfamilia 4b.

Quizás por la fecha de su nacimiento (a algo más de 100 años de la creación de la raza) hubiese sido esperable encontrar un índice de linebreeding mayor al que posee pues su primera duplicación es la de Voltigeur 4×5.
Justamente el padre de Voltigeur, Voltaire presenta una tercera línea a través de su hija Merope (segunda madre de Galopin, padre de uno de los gigantes de la raza como lo fue St. Simon) que equilibra la presencia doble de su hijo macho.
Entre la quinta y la sexta generación del pedigree de IMPERIO es, en mi opinión, donde se gesta y afirma la generosidad de sus líneas de sangre pues los ejemplares con presencias plurales son muchos de los que le dieron forma a lo que actualmente es la raza SPC.
Birdcatcher también se encuentra 5×5 y el gran Touchstone (padre del influyente Newminster y su propia hermana Honeysuckle) lo hace 6x6x6 (que equivale a 5×5)
Sin embargo, y sin dejar de lado los genes aportados por los individuos anteriormente mencionados, creo que la clave del pedigree de IMPERIO se encuentra en las múltiples líneas de la que sin dudas es la yegua madre más importante en la historia de la raza: Pocahontas (1837, Glencoe en Marpessa por Muley).
Pocahontas se presenta (y convierte a este pedigree en particular) a través de cuatro de sus hijos: los propios hermanos Stockwell y Rataplan, King Tom (abuelo materno de St. Simon) y Knight of Kars, uno de sus raros hijos difícil de encontrar en los pedigrees.

En la actualidad el nombre de Pocahontas se encuentra asociado al concepto de Factor X. Para quien no está familiarizado con él diré, sin profundizar demasiado, que es el nombre que recibe el cromosoma sexual X cuando en él se encuentra un gen que determina un tamaño de corazón más grande que el normal capaz de bombear mayor cantidad de sangre por unidad de tiempo y por ende transportar mayores volúmenes de oxígeno a los músculos, retrasando la fatiga.
Investigaciones recientes han determinado que la usina de este gen “creado” por una mutación espontánea en el genoma de Eclipse ha sido, precisamente, Pocahontas.
El cromosoma X se transmite de madres a hijos e hijas aunque los machos solo lo pueden transmitir a sus hijas.
Como puede observarse en el pedigree de 6 generaciones que acompaña este comentario, dos de las ocurrencias de Pocahontas se dan en la parte inferior del pedigree de IMPERIO por lo que tanto King Tom como Rataplan lo transmitieron sin dudas a sus hijas Regina y Jezabel respectivamente.

Esta marcada influencia de la reina de la raza de razas se encuentra, seguramente, en la base de lo que fue IMPERIO como atleta y de su inquebrantable esp íritu aunque, amigos burreros, no sea necesario que yo les hiciera notar la presencia de un corazón que hizo historia.

 

IMPERIO (1892) por Napoleón en Langlaate, por Charibert

 

IMPERIO (URU) bay colt, 1892

 

 

 

 

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