CAMPEONES DE TODOS LOS TIEMPOS
CINZANO
Cinzano, Potrillo de Buen Porvenir
Respondiendo a todo lo bueno que de él se decía, Cinzano realizó un debut triunfal en el Premio Fogaje el 4 de julio de 1976, impresionando como un potrillo de seguro porvenir.
Cuando se puso el lote en movimiento el gran favorito quedó a la zaga, pero muy pronto Walter Báez mejoró de colocación y en los 1.200 metros ya corría tercero detrás de Evasivo y Scrouchante, accionando con evidente facilidad.
En los ochocientos se colocó segundo y en cuanto pisaron la recta final pasó a ganar autoritariamente, cobrando grandes ventajas sobre Scrouchante que nada pudo hacer ante un rival netamente superior. Libre de un rival de la talla del hijo de Tudor Park, no ha de demorar en ganar este pupilo de Raúl Prieto.
Galache, avanzó en los trescientos en busca del segundo puesto y en determinado momento dio la sensación de que podría alcanzarlo, pero finalmente cedió notoriamente y Scrouchante lo aventajó ampliamente. No corrió mal el de Adán Luciardi, pues a los restantes competidores también los precedió con claridad.
Los restantes puestos fueron ocupados por el puntero Evasivo y por Abd el Krim, que finalizó rezagado, no abandonando en ningún momento la última colocación.
Cinzano justificó sus “mentas”
Cinzano justificó plenamente todo cuanto de bueno se había venido diciendo de tiempo atrás a su respecto. ¡Demonios! Si Báez casi no hizo más que “pararlo” durante el trayecto del encuentro y se impuso al cabo por un campo, virtualmente “floreando” en 1’31”3/5 para los 1500 metros…
La verdad es que ante esta exhibición nada cuesta imaginar que el tal Cinzano pueda ser realmente uno de los “potrillos del año”. Como que por ahí se ha empezado a rumorear (no digo que sea cierto), que Báez dejaría a Capitel, para correrlo en la Polla de Potrillos.
Entretanto digamos que Cinzano, zaino “del medio”, bien proporcionado y fuerte, “muy Uranio”, tiene positivamente un “pedigree” formidable. Como que su progenitor Tudor Park es hijo de Barnes Park (Nasrullah-Nearco), en la clásica Amusette, por Tudor Minstrel (Owen Tudor) y Bebe (Bois Roussel). Owen Tudor y Bois Roussel, como es sabido, ganadores ambos del Derby de Epsom…
Ganando el “Guzmán Vargas” Cinzano ratificó bondades
Un menú turfístico de corte excepcional, se sirvió en el hipódromo de Maroñas a los aficionados el 11 de julio siguiente.
Una cartelera que comprendía nada menos que una prueba clásica, dos lances especiales de clasificación para la Gavea y dos competencias para productos perdedores.
No extrañó entonces, la numerosa concurrencia y un “bettting” elevado.
La competición clásica reunía a siete productos de la última generación, prometedores de mayores hazañas. Sobremanera uno, que salió de perdedor hacía apenas una semana, cumpliendo el estreno y apabullando a sus rivales en un espectacular medio correr. Me refiero a Cinzano. Tal demostración ganó el ánimo de la cátedra, que lo ungió extremo favorito.
El resultado no pudo ser más alentador. Volvió Cinzano a cumplir una exhibición de atributos que acrecienta la esperanza de que se trata de un “racer” llamado a las máximas realizaciones.
Desde ya se conjetura sobre qué papel le corresponderá cuando se enfrente con Capitel, que impresiona hasta el momento como el mejor exponente. O con Mogambo, o Diorissimo, otros dos acreditados coevos.
Ayer se repitió la misma táctica de conducir a Cinzano. Es decir que fue ubicado en la zaga y se le hizo progresar entre los codos para, a poco de hollada la recta, dominar a sus contrincantes y acrecer ventajas en forma ostensible, que llegaban a poco más de cinco cuerpos al trasponer el disco.
De tal manera no es posible, en el momento, aquilatar lo que encierra en su organismo el descendiente de Tudor Park. Y qué suerte correrá cuando un rival lo obligue a luchar. Sigamos, entonces, esperando otras performances de Cinzano, para emitir un más preciso concepto sobre sus cualidades.
Muy buena la actuación que le cupo a Engranaje. O, mejor expresado, la ubicación final que le correspondió, como inmediato escolta de Cinzano.
Puesto que actuó a la extrema zaga con desinterés de la lucha en sus primeras etapas y cuando se lo llamó a prodigarse, con facilidad sorteó rivales, hasta asomar segundo en los 200.
De allí a la meta no se le exigió a fondo, resignando un enfrentamiento con el vencedor. Corrido con mayor confianza, otra cosa pudo ser Engranaje.
Siguiendo el dictamen del marcador, encontramos que Marineto consiguió el tercer puesto. Confirmó que es inferior a los potros anteriormente nombrados. Aun así, cabe pronosticarle una provechosa campaña.
Conversamos con don Pablo Gelsi, como siempre optimista y con razón que dijo:
Mire, Cinzano cada día corre más. De una semana a la otra adelantó dos segundos, un disparate… Debe ser algo serio este hijo de Tudor Park. Es igual a Mi Tocayo y quizás se parezcan en la manera de correr por su descendencia, este hijo de Uranio y Cinzano nieto de aquel recordado hijo de Congreve.
La ventaja que tengo con Cinzano es que lo enseñamos de potrillo a correr. De atrás, para aprovechar sus grandes velocidades en los metros finales.
Notable expectativa despierta la disputa de la “Polla de Potrillos”
PABLO GELSI: CINZANO TIENE SOLA UNA CONTRA: EL BARRO
- ¿Y Cinzano?
- “En pista buena no puede perder; ganaría fácil.
- Pero no lo creo barrero.
- Está perfectamente bien, sólo le perjudica la pista”.
- ¿Si hay barro, corre igual?
- “Cambiaremos impresiones con los propietarios y con Walter. En mi opinión, ya se la adelanto, es que corra igual. Un crack tiene que correr en todas las pistas”.
Ganó Cinzano la “Polla de Potrillos”
Al cabo de la disputa de la Polla de Potrillos, el pasado 8 de agosto, tuvimos oportunidad de escuchar la palabra de varios pilotos que intervinieron en este tradicional cotejo.
Walter Báez, piloto del ganador Cinzano, expresó: “Las cosas volvieron a salir bien. Dejé a Cinzano correr a voluntad, especialmente de los 1000 a los 600 ya que en ese tramo la pista estaba muy mala, peor que en otros lados.
Cuando entré a la recta se dio lo que sucede generalmente. Varios se abrieron y me dejaron justo un claro para avanzar. Cinzano respondió en gran forma y como Ud. pudo apreciar, ganó fácil.
Creo que tenemos el crack otra vez en casa”.
Se adelantó bien sobre Amateur y Mogambo, en carrera de trámite enredado
y con entorpecimientos
Transcurrió la “Polla de Potrillos”. Primera instancia en la lucha por el dominio de una generación. Carrera que prometía mucho, y que ofreció innúmeras alternativas, a través de un desarrollo enredado – sobre un terreno muy alterado – llevó emoción a las tribunas, y que tuvo su héroe en el invicto zaino Cinzano.
La carrera se hizo enredada desde el mismo instante en que las “gateras” abrieron sus puertas. A excepción de Arancel, que quedó de inmediato en clara zaga, el lote salió muy agrupado buscando posiciones de vanguardia muchos de los disputantes.
Label, uno de los “outsiders”, asumió el comando, muy asediado por Mogambo, Rich Speech, Cinzano y Capitel. Muy cercanos a éstos corrían Diorissimo, Amateur, Cotocolo y Estirado. Luego de recorridos unos doscientos metros, Cinzano fue retrocediendo, buscando una posición más aliviada, y ya cercanos a los “mil” asumió Mogambo la vanguardia, muy asediado por Label, Rich Speech y Diorissimo. Capitel, había perdido terreno junto a los palos, y otro tanto había sucedido con Amateur que quedó a un par de largos.
Pisada la recta, Mogambo trato de disparar, Rich Speech se abrió algo, y por fuera de él apareció con gran rapidez Diorissimo. Por el claro central se proyectaron con empuje Amateur, y por dentro de él Capitel. En ese tramo se produjeron una serie de entorpecimientos que no pudimos apreciar claramente.
Nos pareció que Diorissimo, se iba sobre Rich Speech, el cual pechó a Amateur, el que a su vez bloqueó el intento de avance de Capitel. El que sin embargo pasó, con mucho empuje fue Cinzano, que pronto dio caza a Mogambo, y más adelante lo dominó.
Amateur, repuesto del tropiezo, reorganizó su spurt proyectándose nuevamente sobre las posiciones de privilegio. Pero Cinzano, accionaba con firmeza, y lo más que pudo el zainito del stud “El Zorzal”, fue arrebatar la posición de “runner-up” por una cabeza a Mogambo. Se completó el marcador con Estirado y Capitel.
El primer lauro de la triple corona tiene un legítimo dueño, porque Cinzano ganó sin peros, en forma neta, con empuje de crack la tradicional Polla de Potrillos.
Una carrera que llevó un gentío a Maroñas que, a pesar del fracaso en la combitriple, salió satisfecha. Porque la lucha fue a muerte, entre los mejores de una generación, que ha tenido la virtud de enviar a las pistas valores de auténtica jerarquía, como este hijo de Tudor Park, al cual Walter Báez, una vez más, lo corrió sin una sola falla.
Claro que el pingo respondió … ¡y en qué forma! En los 800 les ganaba a dos de sus rivales, lejos de los punteros y en los 400 pasó de largo al líder Mogambo y desde ya fue aclamado por las tribunas.
El gran favorito fue el argentino Rich Speech que no fue de carrera. Sus ímpetus desfallecieron al entrar a la recta, cuando había que ser ligero y guapo. Y esas condiciones, como ninguno, las exhibió el nieto de Uranio (¡Congreve!.) que se perfila como uno de los más firmes aspirantes al cetro de la generación.
Vale mucho el segundo de Amateur un Aurreko que sigue escalando posiciones y no menos trascendente lo realizado por Mogambo que se vino adelante con parciales que en la pista de ayer liquidaba a cualquiera.
Lo de Cinzano fue terminante. Dentro de treinta días les dará la revancha a sus rivales de ayer, en el Gran Premio Jockey Club.
“Desde la Popular” – Por “LOS-KAR”
Quien esto escribe, siempre creyó en Cinzano y en conversaciones sostenidas con colegas y también con aficionados no vaciló en manifestar su firme convicción, de que el triunfo le correspondería al descendiente de Uranio y que de ninguna manera podría pensar que el mal estado de la pista podría perjudicarlo.
Los hechos acaecidos en la pista nos dieron amplia razón y aunque puede alegarse que más de un competidor con firmes posibilidades, por diferentes circunstancias, no rindió todo lo que es capaz, los que presenciamos el tradicional encuentro, tenemos que coincidir en que Cinzano, fue el participante que “remató” el cotejo con verdadera prestancia de “crack” y que su dominio, desde los trescientos finales al disco, fue terminante.
Cinzano, según nuestro modo de ver, tiene todos los atributos para llegar a los más altos sitiales y aunque por el momento, por supuesto, no puede hablarse de “animal excepcional”, ya que ello sin duda alguna sería pecar de apresuramiento, se puede ser ampliamente optimista con respecto a su futuro.
Comenzaremos diciendo que el defensor del stud Valor, ya sea por previsiones que se tuvieron en su entrenamiento, desde que éste comenzó sus primeros vareos en “serio”, o por su temperamento, es un animal de gran docilidad y aunque es poseedor de velocidades poco comunes, éstas pueden ser administradas a gusto por su piloto.
Cosa que no hemos advertido entre los competidores que se perfilaban como sus más serios adversarios – caso Mogambo y Capitel – y esto indudablemente significa una ventaja importantísima, que ha de hacerse más notoria a medida que los recorridos se vayan extendiendo.
Sin entrar en comparaciones – cosa que de ninguna manera está en nuestro ánimo – Cinzano, además de sus aptitudes ampliamente demostradas, tiene como se dice vulgarmente compositor, ya que nadie puede poner en duda la competencia demostrada por Pablo Gelsi en su difícil oficio, a través de largos años y sobre todo su sapiencia en el “arte” de tender.
Esto es lo que se refiere al futuro entrenamiento del hijo de Tudor Park, pero además cabe agregar que cuenta con un piloto como Walter Báez – cuya efectividad y visión de las carreras en las que forma parte, es conocida por todos – que lo entiende a la perfección, cosa que probó irrefutablemente en la reciente “Polla”.
El desarrollo que tuvo la “Polla” ya ha sido más que relatado y analizado, pero nos referiremos a las incidencias que muchos consideran decisivas.
Ellas se produjeron a la altura de los 600 finales – es decir en pleno codo final – cuando Diorissimo al avanzar por el lado exterior, le cerró el paso a Amateur y se recostó sobre Rich Speech, y éste pocos metros más adelante, por efecto de la molestia mencionada, “aplastó” a Capitel, que tuvo que ser contenido y ante el avance simultáneo de Amateur y Cinzano, quedó encajonado totalmente sin posibilidades de “rematar” exitosamente la prueba.
Esta importante incidencia, como es lógico dejó con la “sangre en el ojo” a los allegados al hijo de Alignment. Comprendemos que los inconvenientes padecidos por Capitel fueron de gravedad, pero según nuestra impresión, Cinzano, cuando ellos se produjeron accionaba con mucho más empuje y ello fue lo que permitió que Walter Báez pudiera “filtrarlo” entre Capitel que accionaba junto a los palos. Mogambo que corría más abierto que el pupilo de Fredy Trías y Amateur, que como hemos dicho arremetía junto con quien resultara ganador.
Por eso consideramos indiscutible el triunfo que obtuvo Cinzano y aunque el tiempo será el encargado de confirmar nuestros vaticinios, no vacilamos en afirmar que Cinzano en las restantes competencias de la “triple corona”, se encargará de confirmar que es el auténtico “crack” del año.
Camino a la Corona
“Mi pupilo no es barrero y su chance se ve sensiblemente disminuida. Pero tiene que correr porque es la prueba inicial de la “triple corona” y para ser auténtico “crack”, tendrá que sobreponerse a estas cosas…”
Esas fueron las expresiones de don Pablo. Que se ajustaron, además, a la más estricta realidad, porque efectivamente, CINZANO tiene dificultades notorias para desplazarse en el barro.
Lo había demostrado en los ensayos y lo confirmó plenamente en la misma competencia. Lo denunciaron los diversos tajos que se produjo y las profundas heridas que presentaba en las ranillas.
Pero a pesar de todo, CINZANO logró prevalecer en forma terminante, como bien puede decirse, a lo verdadero “crack” …
Tal el potencial corredor del invicto potrillo, tal su “pasta” para sobreponerse al terreno y poner en juego su indoblegable voluntad de triunfo. Esa voluntad en la que tan se complementa con la de su jockey, que hizo a su vez su parte en forma admirable.
Ahora don Pablo Gelsi afirma: “cuando se alarguen las distancias todo será más fácil”. Visto el dominio del pasado domingo por parte del invicto zaino, todo hace pensar que, efectivamente, más difícil será de vencer en el futuro.
Sabemos la formidable capacidad de Gelsi para “tender” sus pupilos.
¿Qué no podrá hacer con CINZANO, con un linaje de verdaderos fondistas? Su padre TUDOR PARK, hasta ahora no se destacó en producir animales de aliento, pero es hijo de Amusette, una yegua excepcional que una vez derrotó a los mejores caballos de fondo de Maroñas.
Y su madre, ANNABEL LEE, produjo con Imaginado un notable caballo como Carpintero, ganador de una de las pruebas que exigen mayor fondo y resistencia en todo el continente: el Fuerzas Armadas sobre 3200 metros, en la altura de La Rinconada. ¡Si podrá ser fondista, CINZANO!
Los Trainers opinan sobre el Gran Premio Jockey Club
El Gran Premio Jockey Club 1976 ofrece perspectivas realmente atrayentes.
Al primero en entrevistar fue al trainer de Mogambo, Genaro Vera, quien nos dijo: “Si hay pista pesada, como en la Polla, Mogambo no correrá.
En pista “chirla” la cosa es distinta y será de la partida.
Desde luego que prefiero pista buena”.
¿Y si la pista estuviera en perfectas condiciones en cuánto cree Ud. que Mogambo pasa los dos kilómetros?
“Lo veo en 2´2”. En el ejercicio anduvo muy bien. Me conformó plenamente.
No le pude tomar los 200 finales ya que desde mi posición era muy difícil cronometrar el remate. Cuando los cronistas me informaron que había bajado los 12” me llamó la atención, porque lo hizo sin mayor esfuerzo”.
Los primeros rayos de sol tras el “diluvio” de la mañana de ayer y el viento fresco del sur hacían subir las acciones del hijo de Ujier, que, con su andar elegante, junto con Basto, caminaba en la Villa Hípica.
¿Saldrá adelante como en la Polla?
“Lo que le puedo decir al respecto es que si nadie mueve la carrera el mío se encargará de hacerlo. En la Polla vino adelante porque así le dije a Firpo que lo corriera, para evitar, en una pista muy mala, los golpes que son comunes en carrera. El caballo está en perfectas condiciones y anda mucho más que en esa ocasión”.
Un par de cuadras para llegar hasta el stud de Pablo Gelsi. El veterano trainer, siempre afecto al diálogo, fue terminante sobre las posibilidades de que Cinzano agregue otra resonante victoria a su ya brillante foja.
“Yo creo que no pierde. Prefiero pista buena porque todavía no ha dicho toda su verdad, ya que es un crack”.
Gelsi nos pregunta el orden de salida de las gateras.
El 12, le contestamos.
“Bueno, es lo mismo, quizá mejor que adentro porque adelante no va a correr”.
Elegimos a Cinzano
Ha hecho méritos valiosos, posee aptitudes y temperamento para llegar a “crack”, este zaino que defiende las veteranas sedas del stud “Valor”.
Su triunfo de la “Polla” que fue amplio y prometedor de sucesos superiores, entra dentro del enfoque objetivo, y ante él hay que rendirse. Cinzano, que se mantiene sin conocer la derrota, a través de tres actuaciones públicas tiene todo lo necesario para aspirar a seguir dominando entre sus coetáneos.
Anda en forma normal el pupilo de Pablo Gelsi, que será nuestro pronóstico.
Un cuaterno que se las trae
Lo integran Amateur, Mogambo, Capitel y el argentino Rich Speech. Cualquiera de ellos ha mostrado ser poseedor de aptitudes suficientes como para pretender el éxito.
Amateur, el distinguido zainito que defiende al stud “El Zorzal”, viene de superar problemas de inapetencia y desarrolló un firme, y positivo progreso. Su segundo puesto de la “Polla”, superando un tropiezo, vale mucho. Anda cada día más, y es un formidable enemigo.
El alazán Capitel, héroe del Gran Premio “Asociación de Propietarios”, sufrió gravísimo tropiezo, al quedar prensado entre Diorissimo que se tiraba adentro y Amateur cuando venía muy bien colocado.
Está en gran forma el Alignment, que mantiene fundamentadas pretensiones de dominar entre los de su misma edad.
El espectacular Mogambo, es otra de las chances formidables de esta interesantísima carrera. Sigue deslumbrando en privado, y por sus características, – si no encuentra aquí algún otro Label que le pelee la delantera -, puede encontrarse más cómodo en la vanguardia, y sacar mejor provecho de sus grandes medios.
Y se completa esta jerárquica cuarteta con el argentino Rich Speech. No tuvo el defensor del stud “La Quebrada”, una conducción feliz en la “Polla” y además fue seriamente molestado por Diorissimo, apenas ingresados al tiro derecho. Ha seguido bien.
Opinan los Protagonistas
Al cabo de un Jockey Club, disputado el 5 de setiembre, que tuvo como neto vencedor a Mogambo, procuramos algunas opiniones que siempre sirven. Lamentablemente a Jorge Firpo lo perdimos de vista ya que luego de esta carrera “desapareció” del lugar habitual de reunión de jockeys y cuidadores.
Genaro Vera, trainer de Mogambo, no ocultaba su satisfacción, aunque mantuvo su característica precisión de conceptos. “Respondí a lo que declaré a EL PAIS el jueves pasado. Si la carrera no era muy violenta hacía la punta el mío.
Hoy, en pista que no da tiempos, Mogambo empleó un guarismo que considero muy valioso. Recorrí la pista antes de la carrera y vi que aún estaba algo húmeda, por eso los 2´2” y quintos para mi valen muchísimo”.
¿Tiene al crack del año? “Bueno, eso lo veremos en el “Nacional”.
Respeto a Cinzano porque es un buen caballo. Pero ahora van a tener que respetar al mío. Veremos cómo quedó y luego resolveremos su participación en esa carrera donde se consagrará el mejor del año”.
A Walter Báez recién lo pudimos entrevistar poco antes de largarse la prueba final, cuando lucía los colores del Sporting Club y a su lado estaba la plana mayor de dicho stud con el Cr. Damiani a la cabeza.
“Me mataron en la salida. Mi caballo anduvo en el “suelo” y después no entró más en carrera. Se asustó y no quiso correr en ningún lado.
Recién allá por los mil entró a acomodarse, pero en ningún momento accionó como es su costumbre”.
“Desde la Popular” – Por “LOS-KAR”
La verdad es que “deslumbró” Mogambo con la espléndida victoria que obtuviera en el Gran Premio “Jockey Club” y como nos gusta ser francos en nuestras apreciaciones, diremos que nos habíamos equivocado feo, con el hermoso hijo de Ujier.
Cuando salió de perdedor – en su primera actuación – nos impresionó como un potrillo de velocidades fabulosas y de una brillantez, en realidad muy poco comunes, pero tal vez por ello, nos dejamos engañar y pensamos que estábamos en presencia de un extraordinario “millero”, que encontraría dificultades cuando los recorridos comenzaran a extenderse.
Ahí fue donde erramos feo, pues, aunque no es común que elementos de la generosidad que expone Mogambo en su accionar, lleguen a destacarse en distancias de aliento, cando ello sucede llegan a ser animales excepcionales.
No queremos, ni acostumbramos a magnificar elogios, pero lo que nos mostrara Mogambo el domingo pasado, verdaderamente nos impactó.
Cuando en la recta opuesta corría en la delantera con acción lujosa, a pesar de que era hostigado de cerca por Rich Speech y Lord Nelson, pensamos que la carrera, sin llegar a tener un trámite lento, éste de ninguna manera era acelerado en extremo, pero ante nuestra sorpresa, el reloj entre el palo de los 1.800 metros y el de los 1.100, señaló el guarismo de 0´40”2/5.
Este tramo, como se sabe es el que se corre en la recta opuesta y aunque soplaba viento a favor y el terreno presenta levísima pendiente favorable, el guarismo que mencionamos, significaba que los delanteros venían corriendo mucho y entonces supimos que la arremetida final del gran favorito, tendría que resultar incontenible.
Sin embargo, los hechos acaecidos se encargaron de confirmar lo equivocado de nuestros cálculos, ya que, aunque Rich Speech, como Lord Nelson, ya antes de pisar la recta final daban pruebas de haber realizado todo lo que eran capaces y que, de ahí en adelante, nada podían pretender, Mogambo en cambio, manteniendo su lujosa acción, conserva el liderato de la tradicional carrera en forma autoritaria.
Luego de que los porteños dieran por terminado su acoso, el primero en cargar sobre las posiciones del gallardo defensor del stud Los Nietos fue Capitel, pero bastó que Jorge Firpo le mostrara la fusta, para que su montado, “despegara” netamente del pupilo de Fredy Trías.
Se produjo entonces el avance de Cinzano y éste acortó ventajas, llegando a estar en los trescientos finales a unos dos cuerpos de Mogambo – creemos que a esa altura fue cuando más se le llegó a aproximar –.
Momentáneamente, dio la impresión de que llegaría a tomar contacto con el gallardo puntero y que cuando esto sucediese, merced a que sus energías habían sido prudentemente administradas y también a la efectividad que estila Walter Báez en los finales, su victoria podría producirse.
El peligro que insinuó Cinzano, fue realmente fugaz, pues Jorge Firpo entonces sí, hizo uso de la fusta con severidad en un par de oportunidades y con ese estímulo, el brillante ganador mantuvo su rauda marcha – ahora algo menos intensa, por el viento en contra que tenía que afrontar – y en esa forma su triunfo quedó ampliamente concretado ya que no solamente se “frenó” la arremetida del defensor del stud Valor, sino que a su vez, Mogambo aumentó diferencias métricas y llegó al disco ampliando notoriamente ventajas.
Ese detalle es el que nos hace pensar de que estamos en presencia de un potrillo verdaderamente excepcional. En lo que respecta a su tipo, como a su pelaje. Mogambo nada tiene que ver con Yatasto y por ese lado indudablemente buscarle un parecido, sería un disparate, pero – desde luego sin llegar a las comparaciones, que generalmente resultan odiosas – donde le hallamos un parecido con el fenomenal hijo de Selim Hassam, es en su manera de correr.
Aclarando el concepto que mencionamos, diremos que Mogambo, posee una aptitud que rara vez puede verse en un purasangre de carrera y cuando ello sucede, quien la posee llega a las más grandes alturas.
Ella es su facilidad para desplazarse, ya que aparentemente corriendo sin el menor esfuerzo viene marcando guarismos, que, sin la confirmación indiscutible del reloj, nadie podría imaginar y eso es lo que hacía su formidable bisabuelo Yatasto.
Recordamos haberlo visto ganar en Maroñas un Gran Premio “Municipal” sobre pista más que húmeda, en la extraordinaria marca de 3´4”3/5 para los tres kilómetros, dejando por el camino a sus rivales – entre los que se hallaba El Aragonés, excelente “pingo” sin duda alguna – sin que en ningún momento dejara la impresión de hacer algo más que un medio correr y cuando venía llegando al disco, lo hacía cambiando las orejas, síntoma evidente de comodidad.
La derrota de Cinzano, para muchos tiene sus explicaciones. Se dice que cuando se dio la orden de largada, fue molestado seriamente por más de uno de sus rivales y que como vulgarmente se dice, el hijo de Tudor Park, anduvo por el suelo.
De nuestra posición no pudimos advertir dicha incidencia, pero como lo aseguran quienes presenciaron la largada y también su piloto, tenemos que dar por sentado que ella se produjo y más aceptamos que tuvo que haber un tropiezo serio porque, aunque se sabía que Cinzano iba a correr en puesto de expectativa, cosa que por otra parte siempre había hecho, nos llamó la atención que Walter Báez – piloto que no acostumbra a dar ventajas – quedase tan lejos en los primeros doscientos, sobre todo teniendo en cuenta que ese tramo se corrió en 0´13”4/5.
De cualquier manera, según nuestro modo de ver, la victoria de Mogambo no merece ninguna clase de objeciones y creemos que la gran mayoría nos acompaña en nuestro modo de pensar.
Lo que es indiscutible, es que estamos en presencia de dos animales que han de honrar al elevage y turf uruguayo y que Cinzano, tiene perfecto derecho a pedirle la revancha al héroe del Gran Premio “Jockey Club”.
Ella como se sabe se ha de producir en el Gran Premio “Nacional” – que ya está muy cercano – y ese sensacional cotejo servirá para disipar las dudas que aún pueden caber Con respecto al resto de la generación, a nuestro juicio, las cosas han quedado perfectamente definidas.
Capitel, con ser un excelente potrillo – pudo ser “crack” de cualquier otra generación – está lejos de calzar los puntos de quienes lo precedieron. Engranaje y demás potrillos, han de servir para completar marcadores en los principales clásicos que restan para completar la temporada de “3 años”.
Gran día de turf y de ilusiones vive hoy Maroñas. De turf porque su interesante jornada tiene como base nada menos que al Gran Premio “Nacional”, cotejo definidor del “crack” de su generación.
De ilusiones porque ese fondo que araña las seis decenas de millones de los “viejos”, da para que los de “siempre” y los muchos que habrán hoy de agregarse sueñen con alguna isla de Scorpio, para disfrutar en propiedad absoluta.
Ha logrado el Gran Premio, al influjo de sus N$ 30.000 que premian a su vencedor un lote nutrido.
La obligada ausencia del también vencedor del “Jockey Club”, Mogambo y de algún otro que anduvo entreverándose en las posiciones primarias de la actual hornada, son sin duda de lamentar.
Pero la gran carrera en base a su tradición y jerarquía mantiene un extraordinario interés para afición y crítica.
Surge claramente Cinzano
Llegó, este zaino de buenos medios, pero de traza poco atrayente invicto, y con sólido prestigio, al Gran Premio “Jockey Club”. Sufrió aquí Cinzano su primera derrota a manos de Mogambo, un Ujier de actuaciones valiosas que se reveló como una pieza de aptitudes poco comunes.
No tendrá en este lote el defensor de la Ecurie “Valor” ningún elemento a su frente de la jerarquía de su único vencedor. Anda muy bien en sus ensayos y por sus características la distancia debe resultar un factor que jugará a su favor.
Surge como la carta impuesta, y parece poco probable que sus adversarios de hoy puedan impedir su victoria
Busca Capitel recobrar dominio
Estuvo al frente de su generación, este alazán que defiende al stud “Godo” al imponerse en el Gran Premio “Asociación de Propietarios”. Perdió en la “Polla” su condición de invicto, sufriendo serios tropiezos, terminando en quinto lugar.
Luego en el “Jockey Club” fue tercero a algo más de cinco largos, detrás de Mogambo y Cinzano.
Llega Capitel a este evento, precedido de ensayos que realmente llaman la atención y que suponen, un acrecimiento en su efectividad. Por su padre, que hasta ahora no ha producido lo esperado, tiene porqué poseer “fondo”.
Buscará frente a Cinzano recobrar su posición de predominio entre sus coetáneos, con cierto fundamento.
Un par cuya presencia interesa
Son Label y Sayón.
El primero, creemos que el primer hijo de ese gran productor de veloces que es Lemmy, que se tira a un cotejo de aliento, llega a la gran contienda prestigiado por su prometedor triunfo en el clásico “Suprema Corte de Justicia”.
Pero más que por ello nos impresiona muy favorablemente este defensor del “Lucerna”, recordando su valiente actuación de la “Polla” donde luego de pelear la vanguardia a gran ritmo a Mogambo, mantuvo en la raya una honrosísima sexta posición, separado apenas por tres cuartos de cuerpo de Capitel.
Es un zaino liviano, de buena brazada y gran agilidad, que puede encontrar en la distancia, – su floreo fue brillante – un factor a favor de esas características. Lo creemos capaz de resultar una sorpresa.
En cuanto a Sayón, se debe reconocer, que por sus actuaciones públicas poco es lo que tiene que pretender. Es hermano paterno del anterior, y logró situarse en un plano de comentario en esta selectiva contienda, al influjo de su floreo en la distancia, sobre terreno fangoso, que fue realmente llamativo. Puede que el defensor del stud “El Milton” no sea de desdeñar.
El acompañamiento
Al desertor Misionero, lo integra un quinteto de escasas posibilidades de triunfo. Son ellos Arlequino, Bluemill, El Gatillo, Fratello y Lenceo.
De ellos son los dos primeros, quienes tienen más posibilidades de acercarse o integrar el “marcador”.
Sin duda una carrera de interés, en la que parece a nuestro entender que tendrá su vencedor en: CINZANO.
Temas del Turf (Colaboración de “Doncaster”)
Un inobjetable “Nacional”
Maroñas ya tiene, desde el domingo 14 de noviembre, su “Derby-winner” de 1976. Cinzano, favorito abrumador, fue el héroe inobjetable, de un inobjetable Gran Premio “Nacional”.
Pero, con los respetos debidos a lo que supuestamente pretende imponer la tradición, la ausencia de Mogambo, brillante ganador del “Jockey Club”, impide otorgarle el cetro a Cinzano por más que sin “pero” alguno se haya hecho dueño de la codiciada “blue ribbon”.
Habrá que aguardar presumiblemente hasta el “Criadores Nacionales”, para el fallo definitivo y final. Entretanto, es preciso reconocer que el “Nacional”, por su trámite correcto y su desenlace absolutamente lógico, no nos dijo nada nuevo.
Como no sea quizás que Cinzano se lució menos de lo que en general aguardaba la afición, acaso porque las circunstancias lo obligaron a desempeñarse, contra sus características, en el puesto de honor.
De todos modos, en las instancias postreras, cunado Capitel arreció en los ímpetus de su “spurt” mostrándose, siquiera fugazmente, positivamente “comprometedor”, Cinzano, bajo el duro rigor de Walter Báez, sacó a relucir, su indiscutible pasta de campeón.
Se estiró a guapear como bueno de verdad y se fueron apagando las ansias de Capitel ante la firme muralla de su rotundo “¡no pasarás!”. Y es inútil rebuscar argumentos pretendiendo que el resultado de este “Derby” pudo variar.
En la “pulseada” de voluntades, Cinzano esta vez, como en los anteriores cotejos de ambos bajo alternativas diferentes, volvió a ser mejor que Capitel. Bien que en esta ocasión “el alazán de oro”, obligándolo a extremarse a Cinzano bajo severo castigo, resultó un más que digno “runner up”. Y eso fue todo.
Porque Label “acompañó”, mientras exigía mayor esfuerzo acompañar y Sayón, arrimó allá lejos, cuando significaba poco mérito “arrimar”. Todo se redujo, pues a un duelo, a un “mano a mano”, entre Cinzano y Capitel, en este Gran Premio “Nacional”, que en mi opinión al menos, no da para hablar de “crack”.
De aquel crack que en la “Polla” Cinzano nos había hecho vislumbrar.
Cinzano, El “Mejor” sin discusión
La carrera se inició con un ritmo bastante moderado, – aunque 1´4” en el primer kilómetro, con viento de frente, no constituye un tren de exagerada lentitud – y en los puestos de avanzada donde accionaban Label, Cinzano, Capitel y Sayón algo más atrás, se advirtió cierta indecisión.
Pero en el primer codo, con una gentileza inexplicable, Arturo Piñeyro pareció como “invitar” a Cinzano a pasar al frente sin el mínimo esfuerzo abriéndole paso junto a la baranda interior y Walter Báez, siempre alerta, no desaprovechó la ocasión… ¡que no podía desaprovechar!
Antes bien, era su obligación, en tales circunstancias, para poner a cubierto de sorpresas posibles, asumir con “el caballo de la carrera”, con el gran favorito, el puesto de honor.
Capitel, con Pedro Hernández atento también, siguió sus pasos, sin perderle pisada, mientras Label, metido un tanto en la línea del cuerpo de Cinzano, por su flanco derecho, quedaban como un guardaespaldas” del Tudor Park sin obligarlo a correr y haciéndole “pared” a Capitel.
Así, Walter Báez, “acelerando” de a poco, fue imponiéndole “su compás” al Gran Premio “Nacional” mientas Capitel no se despegaba de sus grupas, a tiro siempre para intentar en el momento oportuno la estocada mortal.
Realmente no se puede pedir acierto mayor en todo lo que hicieron Walter Báez y Pedro Hernández. Uno y otro, a la altura de las circunstancias, hicieron exactamente LO QUE TENÍAN QUE HACER, de un modo absoluto y total.
Y no pasan de ser conjeturas sin asidero lógico alguno, todas las objeciones que al respecto se pretendan formular. ¿Qué Capitel saliera por detrás y por afuera, de Label para acosar a Cinzano desde la milla en adelante, precisamente donde Báez empezó a “mover”? No se puede pedir un despropósito igual.
En esa forma, Capitel no hubiera sido en modo alguno el rival que fue en los tramos de definición. Allí donde Pedro Hernández, magistral, sacó el puñal de la vaina y “entró a matar”. “El alazán de oro” respondió con todo el caudal de sus reservas intacto y así se le metió en el cuerpo a Cinzano, incluso haciéndolo “trastabillar” mientras de estupor y entusiasmo, – por partes iguales – rugía la multitud.
Pero, de nuevo vimos, – Cinzano y Báez, Báez y Cinzano – el “montón de furia ganadora” en la plenitud de su acción y … por más que Pedro Hernández no desmereció un ápice en su exigencia eximia, Capitel rindió al cabo el testuz… porque tenía que rendirlo ante un adversario indiscutiblemente superior.
“Desde la Popular” – Por “LOS-KAR”
Cuando quedó confirmado que Mogambo por las causas conocidas, no iba a poder participar en el Gran Premio “Nacional”, confesamos que nos causó verdadera desazón la ingrata noticia.
En primer lugar, porque la generación nacida en el año 1973, ganase quien ganase la tradicional competencia, no contaría con auténtico “crack”, la que al no producirse la revancha que con toda justicia, Cinzano tenía que pedirle al hijo de Ujier – vencedor amplio sí, en el Gran Premio “Jockey Club”, pero con ciertos reparos – las posiciones de ninguna manera podían quedar totalmente definidas y en segundo lugar, porque las participación del defensor del stud Los Nietos, por sus conocidas características y por su indiscutible calidad, serviría para confirmar, si los potrillos de la actual generación, eran en realidad verdaderos “fondistas”.
Pero cuando lamentamos aún más la deserción de Mogambo, fue cuando el lote del Gran Premio “Nacional” se puso en movimiento, con un indeciso Label en la delantera, seguido de cerca por Cinzano, junto a los palos y por Capitel por fuera de él, totalmente sofrenados por sus respectivos pilotos.
Entonces fue que pensamos que la carrera indefectiblemente quedaba totalmente desvirtuada, ya que su verdadero recorrido, ante un tren inicial verdaderamente lento, se tenía que reducir de manera considerable y en esa forma el verdadero “fondo” y la excelsa calidad que podía adjudicársele tanto a Cinzano, como a Capitel, no podría aflorar de manera alguna.
Sin embargo y por suerte, para los numerosos aficionados que colmaban las instalaciones del viejo “circo” de Ituzaingó, Walter Báez que además de lucirse por su inigualable rigor en la definición de los cotejos, también se luce por su singular perspicacia, advirtió muy pronto, que el ritmo que imponía Label en la delantera, por su extrema lentitud, tendría que perjudicar a Cinzano, y una vez que pasaron el disco en la primera fase de la carrera, comenzó a forzar las acciones y ya a la altura del palo demarcatorio de los 1.800 metros pasó decididamente al frente y recién entonces la carrera cobró la intensidad que debe tener una competencia de real jerarquía.
Claro está que para que ello sucediese, Walter Báez contó con la inestimable ayuda de su colega Arturo Piñeyro, quien ante el asombro general y estilando una ingenuidad que no puede admitirse en un jockey de la veteranía y sobre todo extraordinarias aptitudes, que sin duda alguna posee el justamente afamado jinete, le cedió gentilmente el lado interior al pupilo de Pablo Gelsi y este “regalito” de ninguna manera podía desaprovecharlo Walter Báez.
Desde luego no pretendemos que Arturo Piñeyro, hubiese tenido necesidad de hacerlo, ya que Label en la primera pasada por la recta final llegó a tomar ventajas que le hubieran permitido a su piloto asegurarse el lado interior, cosa que resulta verdaderamente elemental, sobre todo cuando se halla próximo un codo y que como el llamado del “ferrocarril” es notoriamente acentuado.
Si Arturo Piñeyro, se hubiese ceñido a la empalizada con una legalidad que nadie hubiera podido discutir, Cinzano que llevaba junto a él a Capitel hubiese quedado en un peligroso “cajón” y Walter Báez para conseguir sus propósitos hubiera tenido que sofrenar al hijo de Tudor Park para sacar por fuera de Label y también de Capitel, perdiendo como se puede imaginar, considerable tiempo y terreno.
De ninguna manera decimos que Arturo Piñeyro procedió de tal manera para facilitar el triunfo de Cinzano, pero lo cierto es que ni aún corriendo en yunta con el defensor del stud Valor, el “obsequio” de Arturo Piñeyro podía justificarse, porque es cosa sabida que el amor propio – aún sin causa justificada – manda en los hombres y muy difícilmente se empañan prestigios legítimamente conquistados, sea en la actividad que sea.
El triunfo obtenido por Cinzano, sin duda alguna es valioso, porque lo conquistó por sus cabales, pero a fuerza de ser sinceros tenemos que decir que no llegó a deslumbrar.
Sirvió sí para poner de manifiesto que Cinzano es un elemento corredor y parejo y que también sabe defender sus posiciones cuando siente el rigor implacable de la fusta, sobre todo cuando ésta se halla en manos de Walter Báez – fue evidente que el recio piloto cuando arreció el ataque de Capitel al promediar la recta final, castigó al noble zaino sin ninguna clase de miramientos y hasta lo vimos pararse en sus estribos para darle más eficacia a su contundente azotaina ….
Cinzano, con este triunfo pasa a ser el mejor del año – obtuvo dos de las pruebas que integran la “triple corona” – pero quedó pendiente su enfrentamiento con Mogambo – y quedó también en el “aire” la pregunta ¿qué hubiese sucedido si el pupilo de Genaro Vera, hubiese tomado parte en la gran carrera?.
No puede afirmarse que hubiera ganado, pero sí que la carrera hubiese tenido un planteamiento muy diferente, ya que Jorge Firpo, conocedor de las bondades del gallardo alazán, de ninguna manera hubiese permitido que los primeros trescientos metros se corriesen en casi 0´20”.
Lo hubiese llevado decididamente a la delantera a Mogambo y éste con su desplazamiento ágil como efectivo, le hubiese dado a la contienda un ritmo totalmente diferente y entonces sí hubiésemos tenido un cotejo que hubiese servido para probar si los mejores potrillos de la actual generación son verdaderos “fondistas” y no “fondistas” fabricados, ya sea por entrenamientos inteligentemente planeados – tanto Cinzano, como Capitel fueron presentados en la plenitud de sus formas – o por la mediocridad del ambiente en que les toca actuar.
Tenemos la seguridad de que Mogambo nos hubiese sacado de dudas, pero …
“Desde la Popular” – Por “LOS-KAR”
Aunque no pueda ser proclamado como auténtico “crack” del año, el Gran Premio “Criadores Nacionales”, corrido el 28 de noviembre, sirvió por lo menos, para dejar claramente definidas las diferencias existentes entre Cinzano y Capitel, sobre todo cuando se enfrenten en recorridos superiores a los dos mil metros.
Claro está que ellas no han de ser tan contundentes, como las que llegara establecer el hijo de Tudor Park en la competencia mencionada, pues es evidente que la enorme diferencia que existiera entre ambos, se debió pura y exclusivamente al “mano a mano” que sostuvieran los excelentes potrillos desde que el lote se puso en movimientos, despreocupándose totalmente tanto Walter Báez, como Pedro Hernández, de los rivales que pudieran venir detrás de ellos.
Es cosa sabida, por estar plenamente comprobada, que cuando dos competidores intentan establecer su superioridad desde que se da la orden de largada, sin “dar ni pedir cuartel”, uno de ellos indefectiblemente “queda por el camino” y se han dado casos en que ambos han quedado “heridos de muerte“ y a merced de rivales inferiores a ellos, cosa que, en esta oportunidad, en realidad no ocurrió, pues Cinzano llegó al disco con acción pujante.
Pero recordamos casos como el de Rico y Mameluke, que estuvo a punto de costarle la derrota al nombrado en primer término, ante un Aldeano muy disminuido, que, en determinado momento de la carrera, llegó a venir a casi cien metros de los punteros.
Otro ejemplo palpable de lo que decimos fue la derrota que sufriera el gran Congreve, por intermedio del “outsider” Sipo, cuando se trenzara en mortal lucha con su hermano paterno, el no menos grande Cocles.
Estos hechos ocurrieron en la “vecina orilla”, pero entre nosotros recordamos el match que sostuvieran Amor Brujo y Don Ángel. Quedó en pie el hijo de Safety First, pero herido de muerte y cruzó el disco con amplias ventajas, pero totalmente agotado, señalando a pesar de los violentos parciales iniciales, un guarismo que en aquella época podía considerarse pésimo, 2´38” y quintos para recorrer 2.500 metros y nadie pudo poner en duda que de haber tomado parte cualquier otro competidor, aunque en realidad hubiese sido muy inferior, a él le hubiese correspondido el triunfo.
El planteamiento que tuvo el Gran Premio “Criadores Nacionales”, era el que podía preverse, ya que la disputa y resultado del Gran Premio “Nacional” no había servido para disipar dudas – para nosotros fue evidente la superioridad de Cinzano – y los allegados de Capitel, con razones muy atendibles, esperaban un nuevo enfrentamiento con el defensor del stud Valor para que los hechos determinasen definitivamente quien era el mejor.
Siendo así, era previsible que Pedro Hernández llevase órdenes de “correrle la carrera” en todos lados a Cinzano y que Walter Báez no podría permitir que Capitel se adueñase de la delantera, limitándose a seguir sus pasos sumisamente.
En esa forma de lucha estaba planteada y eso fue lo que sucedió y desde que largaron, hasta el palo de los “mil”, los dos potrillos corrieron casi apareados, llevando Capitel la nada despreciable ventaja de correr junto a los palos.
A la altura mencionada – al menos para nosotros las dudas quedaron disipadas – pues Cinzano, tomando pequeña ventaja, se mostraba mucho más “entero” que su obstinado adversario.
Pedro Hernández intentó el último esfuerzo, pero Capitel ya había dado todo de sí y pocos metros más adelante las diferencias se ampliaron y éstas en el recorrido de la recta final tomaron dimensiones, que nosotros calculamos en unos cuarenta metros.
Es evidente que esa no puede ser la real superioridad de Cinzano sobre Capitel, pero de cualquier manera hay que convenir, en que el pleito que existía entre ambos, ha quedado definido y que si bien Cinzano es un potrillo que puede ponerle “freno” a las aspiraciones de los ”cracks” argentinos en próximas competencias internacionales, Capitel a pesar de su aplastante derrota, es un elemento de excelentes aptitudes y que en competencias que tengan un planteamiento normal, siempre habrá de ser considerado como un enemigo respetable.
Estamos en un todo de acuerdo por la forma en que fue mandado correr Capitel. Fredy Trías, además de ser un compositor justamente consagrado, es un profesional completo y “sabe ver las carreras”, detalle si se quiere tan importante como saber llevar al máximo de su rendimiento a sus pupilos y sabiendo los puntos que calza Cinzano, no tenía otro remedio que “jugársela”.
Sabía desde luego que en esa forma arriesgaba el segundo puesto, pero de los “maulas no se hace historia” y ser un honroso “segundón” no entraba en los planes de Fredy Trías, prefirió todo o nada y ello de ninguna manera puede echársele en cara, sobre todo en un medio como el nuestro, donde los “timoratos”, están a la orden del día.
Moratín, como se sabe, obtuvo el segundo puesto, pero diremos que si para nosotros, resultó valiente y a la vez simpática, la forma en que fue conducido Capitel, en cambio nos resultó antipática y por demás conservadora, la táctica que se empleara con el hijo de Lennox, que hizo las veces del ave de rapiña, que espera pacientemente la muerte de víctimas ajenas, para impunemente devorar sus restos.
Fue conducido como si se tratase de un competidor que intervenía en la carrera sin ninguna pretensión y ello, a nuestro juicio, no debió haber sido así, porque el tordillo es un animal que venía en firme ascenso y del cual sus allegados tienen muy buen concepto.
No pretendemos que hubiese venido cerca de la lucha planteada por los punteros, pero sí en una expectativa no tan lejana, pongamos por caso, a unos dos cuerpos de Fratello, quien audazmente – {este, sí que nada podía pretender) – se mantuvo bastante cerca hasta el palo de los “mil dos” y si así hubiera sido, podría tenerse una idea mucho más aproximada, de lo que en realidad vale Moratín.
Como auténtico Crack, Cinzano ganó el “José Pedro Ramírez el 6 de enero de 1977
Con las ausencias previstas en la víspera, desfilaron los participantes del Gran Premio “José Pedro Ramírez”. Ante la expectación de la muchedumbre, salió en primer término Mogambo al que siguieron en orden de mención: Adriatic, Capitel, Uleanto, Crest Pan, Cinzano, Max y Moratín.
Mientras se realizaba la exhibición, las pizarras daban a conocer las primeras apuestas que discriminaban así las preferencias.
Clausurada la recepción de apuestas, los ocho contendientes volvieron a la pista. Tras presentar sus saludos frente al palco oficial, se dirigieron hacia el fondo de la recta de las tribunas, marca de los 2800 metros de la tradicional justa. Una vez allí, ocuparon en los partidores, de adentro hacia afuera, estas posiciones: Max, Crest Pan, Cinzano, Mogambo, Moratín, Uleanto, Capitel y Adriatic.
Sin demoras se dio partida en instante preciso, asomando Mogambo al frente seguido por Max, Adriatic, Crest Pan y Cinzano, juntos, delante de Uleanto, Moratín y Capitel, último. Con tren moderador van cubriendo las primeras etapas, llegando a la curva con el líder Mogambo, menos de un cuerpo sobre Max.
A cuerpo y medio Adriatic y Crest Pan apareados, con escaso margen sobre Cinzano. Detrás Uleanto, Moratín y Capitel. En plena recta opuesta se mantienen las posiciones. Lleva el puntero un cuerpo a Max, igual distancia del que accionan Adriatic afuera y Crest Pan adentro. A medio cuerpo Cinzano, con uno sobre Uleanto; detrás Moratín a un largo escaso y último Capitel a cuerpo y medio.
Ya en el codo final, Mogambo trata de disparar, pero Max le sigue los pasos, poniéndose a menos de un cuerpo en los 750. Va cediendo terreno Adriatic siendo superado por Uleanto, Moratín y Cinzano, aquéllos en progreso, en tanto Crest Pan es frenado al quedar con el paso comprometido. Siempre Capitel cierra la marcha.
Una vez en la recta final, Max lucha con Mogambo al que doblega en los 400, al tiempo que surge por afuera Cinzano, en brioso avance. Tanto que en los 300 alcanza a Max el que debe enfrentar nueva lucha.
Cabeza a cabeza trasponen la marca de los 200, al tiempo que arrecia a media cancha Capitel en arremetida que se juzga tardía.
Predomina Cinzano después de los 100 sobre Max mientras Capitel sigue acortando diferencias. El espejo sorprende, finalmente, a Cinzano con ¼ cuerpo delante de Max; 3º Capitel a ½ pescuezo; 4º Mogambo a 2 ¼ cuerpos; 5º Moratín.
Capitel se acercó
En los últimos tiempos habían reverdecido los prestigios de nuestro elevage en el concierto internacional y pudo ser ahora la afición uruguaya testigo de ello, al confirmarse ayer, que las notables performance cumplidas por MAX en Brasil, no fueron fruto sino de su calidad.
Y es esta clase auténtica del tordillo hijo de Lennox, la medida fiel y consagratoria, para un potrillo como CINZANO. Para vencer a MAX no bastaba realmente, con ser el mejor del año, sino que se necesitaba ser un “crack” de veras…
CINZANO fue el ganador de una justa que tuvo enorme jerarquía. Por el nivel de la carrera y por las hermosas alternativas que fue presentando a lo largo del recorrido.
El hijo de Tudor Park accionó en posiciones intermedias, mientras el tren se hacía parejo con MOGAMBO pidiendo rienda y MAX siguiéndolo con su característico e indeclinable tesón.
CINZANO ratificó su potentísimo “spurt” cuando en la recta final, en cuatro saltos ya estuvo sobre ellos. Y ratificó luego su valentía, cuando tuvo que hacer frente a la esperada resistencia del tordillo.
Se hizo cierto otra vez aquello de que “para un guapo, hay otro guapo”. MAX lo encontró en su propio compañero de techo y por más que luchó con todo denuedo, no pudo contrarrestar el empuje del potrillo.
Pero si desde los 400 metros finales la porfía se presentó emocionante en el más alto grado, la multitud tuvo que sentir todavía mayor suspenso – y aquí bien que podría decirse que se llegó al dramatismo – cuando se presentó en furibunda arremetida CAPITEL.
Parecía increíble pensar que aquellos dos pingos toda guapeza, todo corazón, todo calidad, pudiesen verse postergados en la instancia definitiva.
Pero como una exhalación, allí se había presentado CAPITEL, con fuerza, con furia, como con una rebeldía por sus últimos fracasos y como diciendo que definitivamente tenía que estar él, entre los grandes de una magnífica generación.
Esos metros culminantes, decisivos fueron para lo mejor de la rica y larga historia del evento máximo de nuestro turf. Y donde vale, en el disco, llegó CINZANO triunfal, escoltado apenas por MAX, que por medio pescuezo solamente se adelantó a CAPITEL.
CINZANO “candidato”, MAX “enemigo” y CAPITEL “sorpresa”. Esa era la “triple fórmula” de MUNDOCOLOR y los tres se dieron cita en el disco para un maravilloso final que le dio plena razón a nuestra página.
A poco más de dos cuerpos del tercero, llegó MOGAMBO. Un cuarto puesto que vale oro, para el hijo de Ujier. Es indudable que MOGAMBO “vuelve”. Estaba “faltón” en la rentrée y los casi cinco cuerpos que lo separaron de MAX en diciembre, se redujeron a poco más de dos ayer, pero teniendo MOGAMBO que hacer frente además de la recuperación, a 300 metros más de recorrido.
Por lo que hizo ayer el alazán – menos tironeado que en diciembre y con Firpo muy acertado en el ritmo de carrera – creemos que MOGAMBO mantiene pleno derecho a seguir disputándole la supremacía a quienes ayer le precedieron. No otra cosa puede decirse, vista su performance de ayer.
Cerró el marcador MORATÍN, no lejos, demostrando este tordillo hijo de Lennox – como el tardío MAX – que sigue también en pleno ascenso y si bien no será un “crack”, puede llegar muy lejos en el futuro.
Los demás en cambio no contaron y entre ellos el crédito argentino CREST PAN, sorpresivamente cotizado abrumador favorito. Accionó de salida en un cajón del que pareció que no saldría nunca, mientras Jara lo sofrenaba reiteradamente.
Corrió a remezones hasta que en los 1.000 finales sufrió el mayor tropiezo, perdiendo posiciones que luego no recuperó nunca, sin lucir mayores bríos. No respondió por cierto a los valiosos antecedentes que posee el pupilo de Bello.
Los profesionales protagonistas fundamentales del “Ramírez 1977” estuvieron a la altura de la jerarquía de la gran carera. Don Pablo Gelsi, realizando la estupenda hazaña de ver a sus dos pupilos ocupando los primeros lugares.
Algo que él por cierto ya esperaba … Carlos Gómez cumpliendo una labor impecable sobre el ganador, al que condujo por primera vez. Cléber Sanguinetti sin una falla sobre Max. Julio Fajardo aplicando su extraordinaria exigencia en la silla de Capitel. Y el propio Firpo hizo lo que más le convenía con Mogambo, en notable labor. Todos ellos, conformaron un gran espectáculo.
Gran Premio Municipal 13 de marzo de 1977
Pese a no tener carácter internacional, el Gran Premio Municipal ofrece excelentes perspectivas. El “crack” CINZANO se medirá ante valiosos elementos de fondo locales, conformándose una carrera digna del rico historial de la competencia que se inició en el año 1929 con el triunfo de Congreve.
Comentarios previos del Clásico
Enorme expectativa, crea la reaparición del “Centauro” Báez-Cinzano, en el Gran Premio Municipal, que se disputará el próximo domingo sobre la distancia de 2.400 metros.
CINZANO es el mejor elemento contemporáneo de nuestro turf. Sólo una vez conoció la derrota, para luego tomarse cumplida “revancha” sobre su vencedor.
Ha expuesto en su brillante trayectoria, junto a enorme poder locomotivo, que tiene vergüenza y coraje, que lo ha llevado al sitial de primacía que ostenta. Es la atracción de la competencia.
En efecto, la presentación del “cuasi” invicto en la arena maroñense será para solaz de los aficionados de ley. Lo conducirá Walter Báez, que lo entiende a la perfección, pues tanto lo conduce a la descubierta, como a la retaguardia, con el resultado ya sabido.
Pondrán a prueba su indiscutida superioridad siete oponentes.
Con el marco de una apreciable concurrencia, se cumplió la víspera en Maroñas una nueva edición del Gran Premio “Municipal”, consignaba el diario El Día en su edición del 14 de marzo de 1977.
La ya tradicional competición, destinada a cerrar con broche de oro la serie de encuentros internacionales, está enriquecida en su historial por los “racers” que han inscripto su nombre en la lista de vencedores, cada uno marcando una época de grandes “performers”.
Le tocó ayer signar con su nombre al “crack” Cinzano la rutilante nómina. Nada más justo. Es que Cinzano es un espécimen de los que suelen salir de tanto en tanto a las pistas, para hacer las delicias del público adepto a la hípica.
El planteo se supuso, en principio, perjudicial para Cinzano. No se destacaba ningún puntero definido que imprimiera tren sostenido, mediante el que el descendiente de Tudor Park se desempeña con mayor soltura, puesto que es más parejo que ligero.
Sin ausencias, desfilaron los ocho participantes del Gran Premio Municipal. El canter se cumplió en este orden: Capitel, Ormolo, Chasqueado, Sayón, Amateur, Misionero llevado por su lad, El Caburé y Cinzano.
Finalizada la recepción de apuestas, los competidores volvieron a la pista dirigiéndose hacia el lugar de suelta, el poste de los 2.400 metros. Una vez a órdenes del “starter”, ocuparon en los partidores, estas posiciones, de adentro hacia afuera: Sayón, Cinzano, Misionero, Capitel, Chasqueado, Amateur, El Caburé y Ormolo.
Se dio partida en instante preciso saliendo adelante Sayón, Cinzano y El Caburé, seguidos de Misionero, Ormolo, Chasqueado, Amateur y último Capitel. Queda Cinzano dueño del comando en un tren por demás lento. Ganó un cuerpo sobre El Caburé en la curva, distancia que extiende en la recta opuesta, siempre seguido por El Caburé, tercero Sayón junto a Misionero. Detrás Ormolo y Chasqueado, a menos de un largo. Detrás Amateur a dos cuerpos y último Capitel sin luz de Amateur.
Debió su jinete obrar de acuerdo a la circunstancia, ubicándolo a la cabeza del pelotón. Con comodidad, pues ningún rival lo apremiaba, traspuso el primer kilómetro en 1´15”, accionando con tres o cuatro cuerpos adelante.
Así llegó al derecho, conservando cuerpo y luz, y volvió a distanciarse en la recta consagrando supremacía mucho antes de alcanzar la línea de sentencia. Probó Cinzano, como bueno que es, aptitudes para desempeñarse en cualquier puesto.
A cuatro cuerpos Capitel se clasificó “runner up”. Corrido a la zaga en un ritmo lento, bien se puede colegir el notable esfuerzo cumplido en la recta, acortando distancias con brío sostenido. Es sin duda, después de Cinzano, el mejor entre sus coevos.
Tercero arribó El Caburé. Se encargó de perseguir de más cerca a Cinzano, lo que hizo con prestancia y facilidad hasta los primeros tramos de la recta final. Después sintió la calidad del líder y bajó la guardia ante Capitel, del que llegó a cuerpo y luz, cuando se creía que lo haría más alejado. Es El Caburé, un elemento de valía.
Muy buena también, la carrera cumplida por Ormolo. Accionó en medio del pelotón, no desmereciendo frente a rivales jóvenes, como digno representante de la generación anterior. Lejos, clausuró Chasqueado el marcador. No salió de esa posición en todo el recorrido.
Detrás llegaron Misionero, que accionó tercero hasta la embocadura del derecho, Sayón, que estuvo en la lucha en los puestos intermedios, y Amateur que no abandonó los puestos de zaga, en una “performance” sin duda, anormal.
Resta referirse al guarismo establecido por el ganador en los 2.400 metros de la competencia. Ese 2´29”4/5 no dice mayormente nada. Pero debe atenderse a lo expresado al principio cuando se dice que en los tramos iniciales nadie corre de firme.
La última perfomance oficial de Cinzano fue su participación en el Gran Premio Sao Paulo (G1) el 2 de mayo de 1977 sobre 2.400 metros en la pista de césped de Cidade Jardim donde arribó en el quinto lugar detrás de Mogambo montado por Adail Olivera, París, Arnaldo y Agente.
Nuevamente fue vencido al igual que en el Gran Premio Jockey Club de Maroñas por Mogambo, siendo este el único caballo que derrotó a Cinzano a lo largo de toda su campaña.
Mogambo era hijo de Ujier y Yaguasa por Yatasto. Esta, hermana materna de Monyaguá madre nada menos que de Hampstead y de Immensity.
Pocos meses más tarde vinieron desde U.S.A a comprar a Cinzano por el cual se pagaron U$S 80.000 y lo embarcaron hacia New York…